Todavía no toma posesión Donald Trump y sus declaraciones, consideradas por algunos como bravatas, pero por otros, serias amenazas a nuestra seguridad y soberanía han hecho eco en la población y ¡cómo no!, si medios tanto de derecha como de izquierda le han hecho eco al grado de dejar al todavía presidente Biden nulificado. Lo relevante es la postura de estos medios que, de ambos bandos intentan destacar una u otra cosa; los de izquierda y centro, matizan con análisis, subrayan la soberanía e intentan ver las posibles vías de defensa al país en los dos temas que Trump ha ventilado: deportaciones y T-MEC, cuyo dardo envenenado es la reciente pérdida en el juicio por las importaciones del maíz transgénico, algo, que como dijo Luis Hernández, era una de las “cartas marcadas” desde el principio de las negociaciones con Salinas. El punto de esta columna no va sobre un asunto tan grave y delicado, sino sobre otro tanto o más importante: la postura de los medios corporativos que, haciéndole el juego a los estadounidenses, pretenden con su discurso avalar una invasión suave norteamericana, siguiéndole el juego a panistas como Marko Cortés y sus aliados que apoyan la idea de que los cárteles sean declarados terroristas, con lo cual facilitarían el ingreso de tropas y elementos norteamericanos a nuestro territorio sin que hubiera queja u oposición de los organismos internacionales.
Más allá de lo poco realista y servil de su postura, es un hecho que los discursos incendiarios, tan de moda con Milei, comienzan a apoderarse de la voz pública sin que el estado haga nada por responder a esos ataques.
No es suficiente la mañanera, tampoco la televisión del estado (de tan limitado alcance), mucho menos los youtuberos que desde su trinchera hacen lo posible por desmentir; hace falta que se aplique la ley de medios que desde el 2018 se ha vuelto letra muerta con el pretexto de las libertades, hace falta una agencia del estado como lo fue NOTIMEX, que valide y difunda la información veraz; hace falta una estrategia mediática tal como la tiene la derecha (que es lo único que tiene armado), para contrarrestar con fuerza todo el golpeteo interno y externo que daña, confunde y propicia ese odio del que tanto se quejan aquellos que lo iniciaron.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
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