Los personajes Wallace y Gromit regresan a las pantallas con un largometraje inédito para las fiestas navideñas, el primero en dos décadas, y todo un gesto de desafío ante el vendaval de la inteligencia artificial en La Venganza se Sirve con Plumas.
Nada ha cambiado realmente para el dúo más entrañable del cine de animación. En el típico salón británico de su casa de ladrillos, Wallace, el excéntrico inventor, y Gromit, su perro disfrutan de su mejor vida: sillón, bandeja de quesos y pausa para el té.
Este apacible día a día se verá trastocado por una nueva invención de Wallace: Norbot, un robot “inteligente” para todo.
Experto en limpieza y jardinería, este asistente potenciado con Inteligencia Artificial (IA), promete librarlos de las tareas domésticas y hacerlos ricos.
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Pero no cuentan con el regreso, 30 años después, de Feathers McGraw, el malvado pingüino que estaba en prisión desde el cortometraje Los Pantalones Equivocados, estrenado en 1993. Norbot cae en muy malas manos.
“¡Norbot es el mejor invento de Wallace de todos los tiempos!”, comentó entre risas el creador de Wallace y Gromit, Nick Park, en una entrevista.
En el filme, el dúo tiene visiones opuestas sobre la tecnología y hacen un guiño divertido al auge de la IA, esa tecnología que invade nuestras vidas laborales y personales, incluso en la tranquila existencia de estos dos héroes.
“Wallace está completamente obsesionado con la idea de delegar tareas a su robot, mientras que Gromit representa el toque humano”, explica Nick Park. A Gromit le gusta hacer las cosas por sí mismo.
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En un momento en que la Inteligencia Artificial propone sustituir a los humanos en innumerables tareas, la película “habla sobre recuperar el control y encontrar un equilibrio” frente al avance de la tecnología, confiesa. “Es una historia muy contemporánea contada de manera tradicional”.
El filme llega a Netflix en enero, mientras que los británicos podrán verla a partir de Navidad.
leo