El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que los cárteles de la droga son grupos terroristas.
A menos de un mes de que Donald Trump asuma el poder, declarará como “terroristas” a los cárteles con el fin de “desmantelarlos y destruirlos”.
“Todas y cada una de las pandillas extranjeras y todos los miembros inmigrantes ilegales —toda esta red criminal que opera en suelo estadounidense— serán desmantelados, deportados y destruidos (…)
Designaré de inmediato a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras”, afirmó el magnate en el evento de Turning Point celebrado en Phoenix, Arizona.
Con la creciente preocupación del gobierno estadounidense por la situación de inseguridad, se ha formulado la pregunta ¿Son los cárteles de la droga grupos terroristas?
¿Son los cárteles grupos terroristas?
Por más sencillo que suene “desmantelar” a los cárteles de la droga por parte del ejército más poderoso del mundo, la cuestión es más compleja de lo que parece; los cárteles operan de manera muy diferente a los grupos terroristas.
A pesar del nivel intenso de violencia, los cárteles representan más un tema de inseguridad y de delincuencia que de terrorismo de acuerdo con declaraciones del Gobierno de México.
La forma en la que operan los cárteles es muy diferente a como operan los grupos terroristas que existen en Medio Oriente. Las guerras entre cárteles son más una lucha por el poder y dominio de territorio que por un ideal religioso o político.
Diferencias
Si bien los grupos terroristas operan independientemente con un “cuartel general” al mando, los cárteles son en realidad células que se dedican al crímen, muy lejos de mantener alguna ideología en común.
Por lo tanto, se requiren de normativas jurídicas internacionales específicas para hacerle frente a los grupos delincuenciales; compararlos con los grupos terroristas que existen en Medio Oriente sería inaporpiado.
Asimismo el control territorial por parte de los carteles difiere mucho a una insurgencia tradicional ejercida por los grupos terroristas radicados en Israel, Irak, Afganistán, Líbano y Siria.
A pesar de que exista cierta similitud a la hora de que los cárteles siembran terror a las poblaciones con extorsiones y violencia, la diferencia con un grupo terrorista es que a pesar de todo, el gobierno sigue teniendo control del terreno; muy distinta a la situación en Oriente Medio donde los califatos dominan zonas sin intervención de la autoridad.
AE
