La época navideña y de festejos decembrinos son el pretexto perfecto para regalar aquello que nuestros seres queridos desean durante todo el año; es decir, el derroche está justificado por las circunstancias. Puede que esté muy planeado, en algunos casos; sin embargo, a veces, en el afán de cumplir con el detalle, sin importar lo que se gaste, realizamos compras que no siempre son la mejor opción. El mejor, o más bien peor ejemplo de esto es la compra de mascotas, ya sean perros, gatos o cualquier otro animal que pueda tenerse en casa.
A propósito del tema, la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf), hizo un llamado a padres y madres de familia a no sólo no dar una mascota a hijas e hijos como regalo de Navidad, sino a crear conciencia sobre lo que implica hacerlo, pues “no son juguetes que se puedan desechar, sino seres vivos con necesidades y cuidados específicos”.
A través de la gaceta del Sistema Mexiquense, el Médico Veterinario Erick Garduño Morales, expresó:
“Concientizarlos, principalmente en estas fechas decembrinas, que se da mucho la compra de mascotas para regalar, que no es solamente un juguete, sino un ser sintiente que se puede convertir en parte de la familia“.
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Por ello destacó que, las más de las veces, las personas no están preparadas para asumir este compromiso y responsabilidad, y por ello es que deviene en el abandono de los animales a corto plazo.
Además de otra serie de recomendaciones, instó a la ciudadanía a aproximarse a la labor de la Cepanaf en lo que adopciones se refiere, para conocer el Programa de Adopción Responsable de Seres Sintientes, impulsado por el Gobierno del Estado de México, “el cual busca dar un hogar digno a perros y gatos que han sido rescatados; ahí los médicos veterinarios ofrecen asesoría sobre su tenencia”.
LOS PELIGROS DE REGALAR MASCOTAS EN NAVIDAD
El director de Desarrollo Institucional y Comunicación del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, Fausto Reyes Delgado, dijo, para la UNAM Global, que regalar perros y gatos se ha convertido en una costumbre, pero es algo que debemos controlar.
Considera que cuando son cachorros, ya sean perros o gatos, a casi todos les gustan y les causan ternura, pero conforme crecen y, claro, cambian, ya no son lo que las dueñas o los dueños esperan. ¿Por qué? Crecen y comen más que cuando recién nacen y tienen pocos meses, implica invertir tiempo y dinero, hacen sus necesidades dentro de la casa, entre otras cosas. Y eso orilla a que, al no ser tolerados o tratados con dignidad, terminen abandonados en las calles o amarrados en las azoteas.
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“En México, el 50 por ciento de las mascotas se tiene por costumbre, no porque se sepa o quiera cuidarlas. Esto ocasiona problemas porque a veces alguien del núcleo familiar no quiere a la mascota, y el animalito para la culpa de una disputa humana”, añaden en la publicación.
A la conclusión que llegan, tanto la Cepanaf como el experto de la UNAM, es que la mejor opción es la adopción, porque hay sobrepoblación de animales que han sido abandonados. Para ello, hay programas como el antes mencionado o muchos centros de adopción donde se puede acudir a hacer todo el proceso de forma fácil y rápida, pero sobre todo responsable.
DG
