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Redacción

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia en 2025, su promesa de implementar un endurecimiento de las políticas migratorias se ve respaldada por las tecnologías avanzadas que el gobierno de Biden ya utiliza para la supervisión de inmigrantes. Estas herramientas, que incluyen inteligencia artificial (IA) y sistemas de geolocalización, facilitarían las deportaciones y el seguimiento de miles de inmigrantes indocumentados. La tecnología que se ha venido utilizando para determinar la detención o vigilancia de inmigrantes podría tomar un rol aún más central en el plan migratorio de Trump.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emplea algoritmos para clasificar a los inmigrantes en función del riesgo de evasión de la supervisión migratoria. Un ejemplo de esto es el denominado «algoritmo de puntuación de huracán», que califica entre 1 y 5 a los individuos según la probabilidad de que no se presenten a sus citas ante las autoridades. Esta clasificación ayuda a los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a decidir sobre el monitoreo de los inmigrantes, aunque la decisión final sigue estando en manos de los oficiales.

Además, el DHS utiliza la aplicación SmartLINK, que incorpora tecnologías como el reconocimiento facial y el rastreo en tiempo real a través de dispositivos móviles. Esta app, junto con los geolocalizadores, permite a ICE hacer un seguimiento continuo de los inmigrantes bajo el programa de Alternativas a la Detención. Esta tecnología ha sido utilizada con el fin de garantizar que los inmigrantes, que permanecen en el país mientras se resuelven sus procedimientos migratorios, no intenten escapar del proceso judicial.

A pesar de la implementación de estas tecnologías, surgen preocupaciones sobre el impacto de los algoritmos de clasificación y los sistemas de vigilancia en los derechos civiles de los inmigrantes. Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el uso de IA para evaluar el riesgo de fuga, al considerar que esta podría generar decisiones sesgadas o erróneas, lo que afectaría principalmente a las poblaciones más vulnerables. Los críticos también han señalado los riesgos asociados con la acumulación de grandes volúmenes de datos personales, los cuales podrían ser utilizados de manera indebida.

Si bien el gobierno de Biden ha implementado ciertos controles sobre el uso de estas tecnologías, el futuro de las políticas migratorias con la administración de Trump podría involucrar un mayor uso de las herramientas de vigilancia, como lo ha prometido el expresidente. Las empresas privadas encargadas de la gestión de estos programas ya anticipan un aumento en la demanda de sus servicios bajo un gobierno de Trump, lo que podría ampliar el alcance y la intensidad de las medidas de supervisión de inmigrantes en el país.

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