La vivienda, como un derecho, no solamente pasa por el poder acceder a un crédito para comprar una casa, sino también a la posibilidad de pagarlo sin empeñar todos los ingresos de una familia.
Según las cifras disponibles sobre la problemática de la vivienda, más del 60 por ciento de las personas utilizan una institución de crédito —como Infonavit, Fovissste o la banca privada— para poder comprar un lugar para vivir.
En el caso de las instituciones como el Infonavit y el Fovissste la cartera vencida de las instituciones puede llegar hasta 14 por ciento del total de préstamos, muy por arriba del 4 o 5 por ciento que mantiene la banca privada.
Según los análisis sobre vivienda de esas instituciones tiene que ver con los sistemas de cobranza, pero también con los términos en los que se otorgaron los créditos, especialmente en el caso del Infonavit.
Hace unos meses, el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum anunció un programa del Infonavit, donde se congelaron dos millones de créditos otorgados en veces salario mínimo (VSM).
Es una de las medidas que atiende a quienes tenían una deuda que difícilmente iba a disminuir, porque crecía cada año con los ajustes al salario. Un colectivo de personas afectadas por los créditos del Infonavit, el Frente Nacional para la Liberación de la Vivienda (FNLV), tiene una colección de historias donde las personas han pagado dos y hasta tres veces el valor de su casa, pero el crédito aún no queda liquidado.
“A mí me dijeron que consiguiera un trabajo y que con un trabajo, me iban a poder dar una casa. Pero tengo casi 30 años trabajando y todavía no puedo liberar mi casa”, platica María Dolores Gutiérrez, del colectivo FNLV.
Si bien Dolores celebra la medida del Gobierno, el anuncio lo toma con reservas. La batería de requisitos que hay que cumplir para acceder a los beneficios no es corta y muchas veces las condiciones los excluyen de otros programas que intentan reducir su deuda. Si estás en el programa de jubilados, tienes que renunciar a tu crédito en pesos, hay reglas específicas si son créditos conyugales.
Pero, además de la modificación de las condiciones de los créditos que se otorgaron por el Infonavit, la responsabilidad del Gobierno federal es encontrar a los beneficiarios de esa política de vivienda que construyó en sitios donde era una mala idea colocar casas.
Dolores explica que buena parte de los deudores tienen una casa que no ocupan, porque tienen que viajar casi cinco horas al día para ir y volver de su casa al trabajo. O porque los servicios como la luz, el gas y el drenaje no terminaron de llegar nunca.
Esta administración tendría que buscar la razón por la que hay un déficit de casi 8 millones de casas para el mismo número de familias, pero al mismo tiempo existen casi 6 millones de viviendas vacías, según cifras de la Encuesta Nacional de Vivienda del Inegi.
Y aquí la duda genuina, ¿quién se hizo rico con casas donde nadie vive o con el pago, varias veces, por la misma vivienda?
@Micmoya