El exsenador Roberto Gil Zuarth dio a conocer que ya concluyó el trámite ante los Comités de Evaluación para inscribirse como aspirante a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a pesar de estar convencido de que la reforma judicial no es la que México necesita.
“No renunciaré a dar la última batalla, no quiero dejarles el camino fácil y el asiento vacío, competiré para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para ser la voz de prudencia y de la razón, aún en esta marea de soberbia e insensatez”, declaró.
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A través de un video publicado en sus redes sociales, señaló que con esta reforma, cuyo objetivo de realizar una elección a juzgadores no ha sido probado en ningún país del mundo, existe un grave riesgo de que “sepulte la independencia de los jueces, que los intereses del crimen, el poder del dinero o la consigna del partido oficial se apropien de los Poderes Judiciales de todo el país y que la corrupción sea la única forma de acceder a la justicia”.
Reconoció que las reglas para participar en la elección no son justas y se dijo respetuoso de la decisión de las personas juzgadoras de no avalar con su participación la reforma judicial. “Comparto su indignación, han perdido en una tómbola toda una vida de esfuerzo, preparación y sacrificio personal; es injusto por donde se vea que, por capricho y venganza una familia tenga que empezar de nuevo”
No obstante, informó que su decisión de participar es motivada para evitar que “intereses perversos” decidan por el resto “y no quedará nadie que defienda a la República y a la Constitución. Todas las democracias se enfrentan a pruebas de sobrevivencia y esta puede ser la última vez que podamos luchar por la razón y por nuestras libertades”.
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Dijo que se necesitan jueces honestos y valientes que no se dejen amedrentar por el crimen organizado y, magistrados que frente a los representantes del oficialismo cuiden, con argumentos y sentencias, el medio ambiente, la sana competencia económica, la justicia fiscal, el debido proceso
Dijo que él quiere llevar a la SCJN una voz de contrapeso “debe haber en la Suprema Corte personas que defiendan nuestras libertades y procuren nuestros derechos, que hagan cumplir los tratados internacionales que hemos firmado con el mundo, que cuiden instituciones históricas como la familia, la propiedad, la representación política, la división de poderes, el federalismo, el municipio, la universidad libre, la separación entre Iglesias y estado y la línea divisoria entre el poder civil y el poder militar”.
Aseguró que quiere llegar a la Corte “para evitar que una mayoría del 54% use la Constitución para desaparecer políticamente al 46% restante”.
Por ello, llamó a salir a las calles a convencer sobre lo que pueden hacer los juzgadores “y si no nos permiten participar exhibamos el engaño con nuestra presencia activa. Para mí quedarnos en casa aliviando nuestra frustración en las redes sociales no es opción, no le puedo dejar a mis cinco hijos un país menos libre que el que nos heredaron las generaciones que se negaron a vivir sin constitución”.
