La erupción del volcán Lewotobi Laki-Laki, en la isla de Flores, Indonesia, provocó la muerte de al menos 10 personas, además de causar devastaciones en las aldeas circundantes.
La actividad volcánica comenzó antes de la medianoche, lanzando rocas en llamas y cenizas hacia las comunidades locales. Ante la emergencia, las autoridades evacuaron a los pueblos vecinos y activaron la alerta a su nivel máximo debido a la gravedad de la situación.
Mediante una conferencia de prensa, Abdul Muhari, portavoz de la agencia de mitigación de desastres del país (BNPB), señaló que 10 mil 295 personas se vieron afectadas, aunque aún se está evaluando el número de evacuados.
Mientras que entre los testimonios de los residentes, Hermanus Mite, de 32 años relató que mientras dormía, se dio “cuenta de que el volcán había entrado en erupción, así que salí corriendo”.
“Vi las llamas saliendo e inmediatamente huí. Había cenizas y piedras por todas partes. Mi salón también se incendió y todo lo que había dentro se perdió”, agregó.
Finalmente, distintos medios de comunicación locales reportaron que cinco aldeas fueron evacuadas, los edificios cerca del volcán estaban cubiertos de cenizas gruesas, algunos otros se derrumbaron por la caída de escombros volcánicos y varias casas de madera se incendiaron.