Redacción
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que el descarrilamiento del Tren Interoceánico ocurrido en la comunidad de Nizanda, Oaxaca, dejó un saldo de 13 personas fallecidas, entre ellas una menor de edad, además de más de un centenar de lesionados. Durante su conferencia matutina, subrayó que la prioridad del Gobierno federal es garantizar la atención a las víctimas y a sus familias, así como esclarecer con rigor las causas del accidente.
Sheinbaum señaló que la investigación quedó a cargo de la Fiscalía General de la República, con apoyo de la fiscalía estatal y de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario. Indicó que todas las hipótesis permanecen abiertas, incluido un posible exceso de velocidad, aunque pidió no adelantar conclusiones hasta contar con los resultados de los peritajes técnicos.
La mandataria explicó que uno de los elementos centrales de la indagatoria será el análisis del registrador de eventos del tren, conocido como “Pulser”, dispositivo que almacena información precisa sobre la operación de la unidad. “Ahí viene la velocidad y todo lo que ocurrió en el proceso”, señaló, al insistir en que será la autoridad ministerial quien determine responsabilidades.
Por su parte, el secretario de Marina, Raymundo Morales Ángeles, detalló que el tren operaba bajo protocolos de seguridad establecidos, entre ellos el uso de un vehículo explorador tipo Hi-Rail que recorre la vía antes de cada viaje. En este caso, el explorador reportó que las vías se encontraban en condiciones operativas para la circulación, sin novedad previa al accidente.
En cuanto al balance oficial, autoridades federales informaron que viajaban alrededor de 250 personas a bordo. De ellas, más de un centenar resultaron lesionadas y 44 permanecen hospitalizadas en distintos nosocomios de la región. La atención médica se distribuyó en una red de 11 hospitales, principalmente en Salina Cruz y Matías Romero, con apoyo del IMSS, IMSS-Bienestar y otras instituciones.
El operativo de respuesta incluyó el despliegue de más de 350 elementos, ambulancias terrestres y aéreas, así como labores de rescate y resguardo de la zona. Todo el material relacionado con el siniestro quedó bajo cadena de custodia, mientras continúan las evaluaciones técnicas y las maniobras para liberar la vía.
Como parte del acompañamiento a las familias, el Gobierno federal asignó a un servidor público por cada caso, con la instrucción de apoyar en trámites y gestiones. Además, se activaron las pólizas de seguro para pasajeros, que contemplan gastos médicos, funerarios y otras coberturas previstas.
