Registra la CDMX este año un hundimiento cada tres días, mismos que generan cierres viales y riesgos para los peatones y los vehículos de la zona
Fernando Ortiz
Ciudad de México.- En la capital, por el avance de obras rumbo al Mundial 2026, ha crecido el número de socavones registrados en los alrededores del Estadio Banorte, ubicado en la alcaldía Coyoacán.
En Santa Úrsula Coapa, la inquietud por la remodelación en curso del inmueble y los trabajos de drenaje, pavimentación y reurbanización que la acompañan han traído hundimientos en la periferia, como el más reciente en el cruce de las avenidas Miguel Ángel de Quevedo y División del Norte, en la misma demarcación que el Coloso de Santa Úrsula.
“Estos hundimientos son por daños en las vías de red de aguas grises, que causan o reblandecen el terreno por la parte de abajo. Esto genera una bolsa. ¿Qué pasa? Se va haciendo más pequeña la capa. Obviamente, esta tiene una compactación, pero la humedad y el tiempo van haciendo que el agua cree un causal, y esto, ya en un tiempo largo, genera el espacio entre el piso o lo que está debajo del causal. Y lo que está por arriba, la misma vibración de los automóviles y el tránsito pesado, genera que vaya cayendo y formando el hundimiento”, explicó en entrevista el arquitecto David García.
En este contexto, el arquitecto afirmó que los trabajos realizados en el estadio no eran precisamente los responsables, ya que “No están metiendo mucho peso, todo el peso se está concentrando dentro del estadio, no alrededor”, comentó.
“Los hundimientos que se suscitan son más por fugas, así como la macrofuga que se dio en Fuentes Brotantes”, agregó.
En 2025 ya se han atendido 164 socavones en la Ciudad de México—un promedio de uno cada tres días—superando los registros de 2024.
Estos colapsos no son simples baches. Se atribuyen a una combinación de factores: el reblandecimiento del suelo lacustre por lluvias, fugas en la red hidráulica, drenaje colapsado y hundimiento gradual por sobreextracción de agua subterránea.
Más allá del pavimento, estos socavones representan una alerta sobre la infraestructura hidráulica y de drenaje de la ciudad, cuya falla recurrente exige atención urgente.
“Está peligroso, porque imagínate, vas pasando y te caes; ahorita el tráfico está feo porque cerraron a solo un carril”, explicó un vecino de la zona.
Con la proximidad de la Copa Mundial de la FIFA 2026 —que tendrá sedes en la Ciudad de México—, el brote de socavones asoma como un riesgo adicional para la movilidad, la seguridad vial y la percepción de estabilidad en zonas habitadas.
“Ahorita yo creo que por lo del Mundial ya lo están arreglando, pero si no, ¿quién sabe cuánto duraría?”, agregó la vecina.
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