Redacción
Autoridades federales detuvieron en Durango a Edgar “N”, alias El Limones, identificado como presunto jefe de plaza en la región Laguna de Durango y Coahuila y vinculado con actividades de extorsión para la célula criminal de Los Cabrera, brazo del Cártel de Sinaloa. La captura formó parte de un operativo conjunto encabezado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
El titular de la dependencia, Omar García Harfuch, informó que la detención representa un avance en la Estrategia Nacional contra la Extorsión, pues el detenido era investigado por presuntamente operar las finanzas de Los Cabrera y por extorsionar a comerciantes y ganaderos. La Unidad de Inteligencia Financiera documentó movimientos millonarios ligados a lavado de dinero, fraude y la adquisición de bienes de alto valor.
Según información oficial, El Limones pertenece al segundo nivel de la estructura criminal, por debajo de José Luis Cabrera Sarabia, alias El 03 o El 300. Su actividad delictiva estaba asociada a la disputa territorial que sostiene Los Cabrera dentro del llamado Triángulo Dorado, zona donde diversas organizaciones buscan controlar rutas, siembra de enervantes y operaciones ilícitas.
Durante el operativo se aseguraron cinco armas largas, un arma corta, una granada, equipo táctico, cargadores, cartuchos útiles, dispositivos de comunicación y otros objetos. Las acciones fueron ejecutadas por elementos de la Marina, la SSPC a través del Centro Nacional de Inteligencia, la Agencia de Investigación Criminal, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional, bajo órdenes judiciales.
La región donde operaba el detenido ha registrado en los últimos años diversos episodios de violencia vinculados a la confrontación entre Los Cabrera y La Línea, célula del Nuevo Cártel de Juárez. La disputa se ha extendido a municipios de Chihuahua, Sinaloa y Durango, considerados estratégicos por su geografía montañosa y su acceso limitado, factores que históricamente han favorecido actividades del narcotráfico.
El Triángulo Dorado mantiene relevancia criminal desde la década de 1970, cuando investigaciones de México y Estados Unidos ubicaron en la zona una alta concentración de plantíos de marihuana y amapola. Estas condiciones motivaron operativos como la Operación Cóndor, pero también consolidaron la presencia de grupos que aprovecharon la dificultad del terreno para establecer rutas, campamentos y sistemas de producción ilícita.
Las autoridades estatales y federales consideran que la captura de Edgar “N” podría impactar las operaciones de Los Cabrera en la región, aunque reconocen que la confrontación entre grupos criminales continúa activa. En la zona persisten despliegues de seguridad para contener la violencia generada por la pugna entre facciones del narcotráfico.
