Los organizadores deben estar ladrando del coraje
Control de Ingreso Hambreado.- Acaban de aprobar una ley que permite entrar a los conciertos con alimentos y bebidas… solo que eso pasó en Perú, no se emocionen de más.
Si hay algo que prácticamente a todo el mundo molesta, es la absurda restricción de ingresar a eventos con bebidas, dejando a los asistentes a merced de los precios que se manejan en estadios, recintos y auditorios, donde una botella de agua cuesta lo mismo que una mensualidad del gimnasio al que nunca vas.
BEBIDAS TRIPLICAN SU PRECIO EN CONCIERTOS Y EVENTOS DEPORTIVOS EN EL SALVADOR
Asistentes a distintos conciertos en El Salvador han manifestado su molestia por el elevado costo de bebidas y alimentos dentro de los recintos, una situación que se ha vuelto recurrente en eventos… pic.twitter.com/Ec6vnvTAmv
— Alerta Noticias (@alertanoti) October 26, 2025
Ahora sí los boletos para los conciertos no incluirán inanición
La iniciativa impulsada por la legisladora Katy Ugarte Mamani permitirá ingresar a dichos eventos con bebidas y alimentos propios para evitar ser víctimas de precios considerados abusivos. Un sueño libertario, pero con tu topper de espagueti frío incluido.
El objetivo de esta ley, según mencionó Ugarte, es “restablecer el equilibrio entre consumidores y organizadores de eventos masivos privados, evitando que los ciudadanos se vean obligados a consumir productos dentro de los recintos”. Básicamente, Perú acaba de dar el primer paso para que algún día podamos meter unas papitas a un concierto sin sentirnos contrabandistas.
Si bien esto es una gran noticia que urge replicar en nuestro país, también hay algunas “reglas” para estas nuevas disposiciones. El ingreso de agua deberá ser en una botella plástica sellada, transparente y resistente, no vaya a ser que alguien piense que tu Bonafont es vodka, o peor: Tonayán.
Respecto a los alimentos, estos deberán ser similares a los que se venden dentro del recinto, descartando así la posibilidad de entrar con un pollito asado para compartir con los demás asistentes, especialmente si traen el munchies encima y ya se estaban saboreando la pechuga.
Por último, se estableció que los organizadores de eventos estarán obligados a instalar bebederos para garantizar la hidratación gratuita de los asistentes, cosa que sin duda les dolerá en sus lángaros bolsillos, acostumbrados a cobrar el agua como si la hubieran bajado del mismísimo Everest.
El mundo está sanando. O al menos Perú ya empezó. Ahora falta que México haga lo que siempre hace: copiarlo, pero mal y con burocracia.
Y por si se te pasó: así reaccionó Kevin Álvarez al triunfo de Fátima Bosch como Miss Universo.
