A dos miembros de la Guardia Nacional de los Estados Unidos (EU) los atacaron a tiros en el centro de Washington, a pocas cuadras de la Casa Blanca, en un incidente que volvió a subrayar la tensión persistente en la capital estadounidense.
El tiroteo ocurrió en una zona de alta circulación peatonal y vehicular, lo que obligó a las autoridades a cerrar el área de inmediato.
La policía respondió en minutos y confirmó que la escena quedó asegurada, con al menos un sospechoso detenido. De acuerdo con funcionarios citados por medios estadounidenses, el presunto agresor también resultó herido y se le llevó a un hospital cercano, aunque no se conocen detalles sobre su condición
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La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó que los dos guardias “resultaron agredidos con disparos” mientras cumplían funciones en la zona, sin especificar su estado. En su mensaje, pidió unirse en oración por los elementos heridos y aseguró que el Departamento de Seguridad Nacional trabaja con las autoridades locales para recabar información y esclarecer el ataque.
El episodio obligó a activar los protocolos de seguridad en un perímetro sensible para el gobierno federal. La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el presidente Donald Trump tuvo información de inmediato y que la residencia presidencial “monitorea activamente la situación”.
Las autoridades no han divulgado un posible móvil, pero la policía pidió a los residentes evitar el área mientras prosigue la investigación.
El ataque, ocurrido en pleno día y a metros del corazón político de Estados Unidos, mantiene abiertas varias interrogantes sobre la identidad del agresor, las circunstancias del tiroteo y el estado de los guardias heridos.
Las agencias federales y locales trabajan ahora en reconstruir los hechos que desencadenaron este nuevo episodio de violencia en una zona habitualmente bajo estricta vigilancia.
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