El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución impulsada por Estados Unidos que respalda el plan de Donald Trump para una salida política en Gaza.
El texto, adoptado con 13 votos a favor y abstenciones de China y Rusia, abre la puerta al despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) y menciona un posible camino hacia un futuro Estado palestino.
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Trump y su plan para Gaza
Washington celebró la decisión como un paso “histórico y constructivo”. El mandatario republicnao afirmó en redes que la votación reconoce y respalda la “Junta de Paz”, el órgano transicional que, de acuerdo con la resolución, él presidirá y que deberá operar hasta finales de 2027.
El documento fue revisado en varias rondas de negociación de alto nivel para incorporar referencias a la autodeterminación palestina, una exigencia de los países árabes e islámicos, quienes se prevé aporten parte del contingente de la ISF.
Exigencias de la resolución
La propuesta surge tras dos años de hostilidades que dejaron amplias zonas de la Franja reducidas a escombros y mantienen a 2.2 millones de habitantes dependientes de asistencia.
Por ello, la resolución exige la reapertura de todos los cruces y la reanudación masiva de entregas de ayuda humanitaria a través de la ONU, la Cruz Roja y la Media Luna Roja. “Debemos intensificar sustancialmente nuestro apoyo al esfuerzo humanitario”, señaló James Kariuki, representante británico ante el Consejo.
El plan contempla que la ISF trabaje con Israel, Egipto y policías palestinos recién entrenados para asegurar fronteras, proteger a la población civil, desactivar armas de grupos armados y garantizar corredores humanitarios. También prevé un comité tecnocrático palestino encargado de la gestión cotidiana en Gaza, aunque aún no hay claridad sobre su integración.
Foto: AFP |
Reacciones
La mención a un “camino creíble” hacia un Estado palestino resultó de un compromiso. El texto condiciona cualquier avance a reformas en la Autoridad Palestina y a la reconstrucción inicial del enclave. Aun así, los países árabes decidieron respaldarlo, destacando que el anexo de la resolución establece principios que consideran esenciales: no anexión, no ocupación y no desplazamientos forzados.
Israel expresó reservas. Si bien el gobierno de Benjamin Netanyahu había aceptado borradores previos en conversaciones con Washington, reafirmó su oposición a un Estado palestino. Hamás, por su parte, rechazó el mecanismo al considerarlo una “tutela internacional” incompatible con las demandas palestinas y reiteró que no aceptará desarme, lo que anticipa fricciones con cualquier fuerza internacional autorizada.
