Un nuevo problema pesa sobre el prestigioso museo del Louvre y es que ayer sus directivos anunciaron el cierre de una de sus galerías al público “por precaución” después de que una auditoría revelara la “especial fragilidad” de algunas vigas de una de las alas del edificio.
La galería Campana, en el primer piso y que alberga nueve salas dedicadas a la cerámica griega antigua, estará cerrada mientras se llevan a cabo las “investigaciones” sobre “la especial fragilidad de algunas vigas que sostienen los suelos de la segunda planta del ala sur” del cuadrilátero Sully, que rodea el patio conocido como la Cour Carrée, precisó el comunicado.
Desde hace varios años, las autoridades del museo supervisan especialmente la estructura del segundo piso del ala sur.
También te puede interesar: Cancelan en Alemania subasta de objetos del periodo nazi
“Debido a su complejo diseño arquitectónico ya las obras estructurales y de acondicionamiento realizadas en la década de 1930, los suelos de la segunda planta de esta ala presentan deficiencias”, indicó.
Un informe presentado el pasado viernes por un gabinete de estudios técnicos alertó del estado del suelo del segundo piso en este espacio, donde se encuentran algunas oficinas del personal del museo.
A raíz del estudio, la dirección del museo decidió bloquear el acceso a estas oficinas. Por ello, 65 empleados tendrán que abandonar el espacio durante los próximos tres días.
Y “por precaución”, la galería Campana permanecerá cerrada al público, añadió el comunicado.
Robo al museo del Louvre
El Louvre, el museo más visitado del mundo, está en el ojo del huracán desde el espectacular robo de joyas imperiales el 19 de octubre.
Ese día, cuatro individuos estacionaron un montacargas bajo uno de los balcones del establecimiento, dos de ellos subieron a él y con una sierra radial entraron en la galería de Apolo a través de una ventana.
También te puede interesar: Paul McCartney lanza tema silencioso en protesta contra la IA
En cuestión de minutos, los ladrones robaron ocho joyas, entre ellas una diadema de perlas de la emperatriz Eugenia y un conjunto de collar y pendientes de zafiros de la reina María Amelia, por un valor estimado global de más de 100 millones de dólares.
Por el momento, tres personas, todas sospechosas de haber participado directamente en el atraco, han sido inculpadas y encarceladas. Las joyas siguen sin aparecer.
