Elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México realizaron una orden de aprehensión contra Fátima Isabel “N” por su posible participación en el homicidio calificado del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis.
Mismo que se reportó como desaparecido y cuyo cuerpo se localizó en un río de aguas negras en el municipio de Nextlalpan.
El pasado 14 de noviembre, elementos de la Fiscalía del Estado de México llevaron a cabo una orden de aprehensión en contra de Fátima Isabel “N”, investigada por el delito de desaparición cometida por particulares, posteriormente fue ingresada a un penal a disposición de las autoridades quienes determinarán su situación jurídica, previamente también se ingresó a un penal a Brandon Jonathan “N” y María Fernanda “N” por el mismo hecho delictivo.
La dependencia estableció, a través de actos de investigación, que el pasado 29 de octubre el sacerdote se trasladó de su domicilio, a bordo de su vehículo, al inmueble ubicado en la Unidad Habitacional Morelos, Tercera Sección, perteneciente al municipio de Tultitlán en compañía de Fátima Isabel “N”, persona con quien la víctima tenía una relación de confianza. En ese domicilio ya se encontraba Brandon Jonathan “N”.
Una vez en el lugar, la víctima convivió por varias horas con Fátima Isabel “N” y Brandon Jonathan “N”, consumiendo bebidas alcohólicas y estupefacientes hasta que, en algún momento, este último presuntamente agredió con un objeto al sacerdote provocándole lesiones que le ocasionaron la muerte.
Al lugar también arribó María Fernanda “N”, pareja sentimental de Brandon Jonathan “N”; los tres probables partícipes habrían realizado actos para ocultar el cuerpo, lo cual utilizaron cobijas y bolsas que amarraron a un sillón para finalmente trasladar el cuerpo al municipio de Nextlalpan donde el 30 de noviembre lo abandonaron en un río de aguas negras.
Lo ocurrido con el sacerdote Ernesto
Brandon Jonathan “N”, con el conocimiento previo de Fátima Isabel “N”, agredió físicamente a la víctima causando su muerte, posteriormente, María Fernanda “N”, auxilió a ambos para realizar diversas acciones dirigidas a ocultar y destruir evidencia, tales como la limpieza del lugar, la eliminación de huellas materiales del hecho y ocultar el cuerpo.
La pesquisa de las autoridades del Estado de México establecieron que el presunto autor material de los hechos cuenta con antecedentes penales, pues cumplió una sentencia de 18 años de prisión por *robo con violencia.
De acuerdo con las investigaciones, la camioneta del padre Ernesto se ubicó por cámaras de seguridad en carreteras que conectan con Hidalgo en donde, se vendió junto con una motocicleta.
La moto era propiedad de un conocido de Brandon “N”, quien informó que se la prestó a éste para irla a vender a Hidalgo ya que “le habían salido con un fraude”.
Por lo anterior, el 9 de noviembre se ejecutó un cateo en el domicilio del presunto homicida del párrroco, y se localizaron diversos indicios.
“Entre ellos ropas de la víctima, pertenencias personales, una estola de sacerdote, así como objetos punzocortantes y rastros hemáticos observados a través de la prueba ‘blue star’.
“Como se ha referido, la investigación estableció que, en grado de probabilidad, la conducta que les es atribuida a los indiciados en el hecho, quedó evidenciada con los datos de prueba que demuestran que Brandon Jonathan “N” y Fátima Isabel “N”, ejecutaron un acto para privar de la vida a la víctima, sin que éstos corrieran riesgo alguno de ser muertos o lesionados por el agraviado; en tanto que María Fernanda “N”, fue la persona que posteriormente al hecho, hizo la limpieza del lugar y observó la presencia del cuerpo del agraviado”, resaltaron las autoridades.
