Luis López
El gobierno suizo anunció el viernes, a través de un comunicado en redes sociales, que Estados Unidos reducirá al 15% los aranceles impuestos a sus productos, frente al 39% vigente desde agosto. A cambio, Suiza se comprometió a reducir la tarifa de importación a varios productos estadounidenses y a invertir 200 mil millones de dólares en el país norteamericano antes de 2028.
En su mensaje, el Consejo Federal de Suiza agradeció la labor del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por un “diálogo constructivo” y destacó que el tratado se logró debido a la “productiva” reunión del jueves entre el ministro de Economía suizo Guy Parmelin y el representante comercial de la Casa Blanca, Jamieson Greer, quien declaró a los medios, tras la negociación, que se había “asegurado” un acuerdo con el país europeo.
El acuerdo establece que, a cambio de la reducción, Suiza se compromete a disminuir los aranceles sobre diversos productos provenientes de Estados Unidos, que incluyen todos los productos industriales. Además, permitirá la importación libre de impuestos de 500 toneladas de carne de vacuno, 1 000 toneladas de carne de bisonte, 1 500 toneladas de carne de ave y una cantidad no especificada de productos pesqueros.
Suiza también tendrá que invertir 200,000 millones de dólares en inversiones directas en territorio estadounidense antes de 2028, que, según el Consejo Federal, “contribuirá a estabilizar las relaciones comerciales bilaterales». Sin embargo, el acuerdo completo aún no ha sido revelado. Greer aseguró que el país europeo trasladará gran parte de su producción a Estados Unidos, incluida la de productos farmacéuticos, fundición de oro y material ferroviario.
La administración de Trump había impuesto un arancel del 39% a las importaciones de Suiza desde el 7 de agosto, , la tasa más alta aplicada a un país europeo y que afectó de manera directa a las industrias de la relojería, la mecánica y la alimentaria. La semana pasada, seis directivos de empresas suizas, entre ellos los de la relojera Rolex y la entidad dueña de empresas de lujo Richemont, se reunieron con Trump para intentar llegar a una solución, que finalmente se concretó el viernes.
