Por Ricardo Sevilla
Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas y dueño de TV Azteca, además de usurero ha hecho negocio con los casinos.
El jefe del presentador de noticias Javier Alatorre tiene dos casas de apuestas internacionales: bet365 y Betano, que son operadas por la compañía Ganador Azteca, S.A.P.I. de C.V.
Y esto ha salido a la luz pública al revelarse que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), está investigando a estos casinos.
De hecho, estas empresas figuran entre los 13 casinos identificados por la UIF por su presunto uso en operaciones de lavado de dinero.
El señalamiento es gravísimo y exhibe las omisiones y corruptelas de la Dirección General de Juegos y Sorteos (DGJS), adscrita a la Secretaría de Gobernación (SEGOB).
Y es que esta dirección, que en teoría es la máxima autoridad para prevenir ilícitos, terminó siendo un “facilitador pasivo” de la expansión de un negocio con alto riesgo social (adicción al juego) y financiero (lavado de dinero).
Y es que, la verdad sea dicha, si la UIF detectó 13 casinos, incluidos los de Grupo Salinas, en presunto lavado, ¿dónde estaba la labor de vigilancia y control preventivo de la DGJS?
Ahora mal, el titular de la Segob, en ese momento, era Jesús Alfonso Navarrete Prida.
Sin embargo, el exsecretario de Gobernación se cuidó de que su nombre no apareciera en el documento de autorización.
El titular de la DGJS, Eduardo Cayetano Cacho Silva, fue quien, en los hechos, fue quien firmó y permitió la operación de los casinos de Salinas Pliego.
Y Cacho Silva tiene un historial controvertidísimo. En la UNAM, por ejemplo, fungió como ex apoderado de Club Universidad (Pumas), además de Director General de Servicios Generales y de Prevención y Protección Civil de la misma universidad.
¿Y sabe qué hizo este tipo después? ¡Que tras firmar 272 permisos para casinos (incluyendo los de Salinas Pliego), Cacho Silva encontró refugio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)! ¡Y ahora nadie sabe dónde está!
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