Estados Unidos cumplió 37 días de cierre gubernamental, el más prolongado de su historia, en medio de una creciente tensión política que el presidente Donald Trump atribuyó a los demócratas, a quienes calificó de “kamikazes” por su negativa a negociar un nuevo paquete presupuestario.
La parálisis federal, iniciada el 1 de octubre tras el bloqueo del Congreso para aprobar una ley de financiamiento, ha dejado sin salario a 1.4 millones de empleados públicos, incluidos miles de controladores aéreos y personal de seguridad. Pese a ello, Trump insiste en responsabilizar a la oposición por “derribar al país con tal de impedir sus reformas”.
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El mandatario, visiblemente irritado por los resultados electorales que dieron a los demócratas triunfos en Nueva York, Virginia, Nueva Jersey y California, redobló su ofensiva política. En un desayuno con senadores republicanos, los instó a eliminar el filibusterismo —la regla que exige 60 votos para aprobar leyes en el Senado—, a fin de “abrir el país” y superar la obstrucción legislativa. “Si no lo hacemos, no aprobaremos ninguna legislación. Es hora de actuar”, afirmó.
Cierre amenaza con prolongarse más
El cierre, provocado por el desacuerdo entre la Casa Blanca y la oposición sobre la asignación presupuestaria y las reformas impulsadas por Donald Trump, amenaza con prolongarse aún más. El secretario de Transporte, Sean Duffy, reconoció que el gobierno enfrenta un déficit de dos mil controladores aéreos y debió reducir la capacidad operativa en 40 aeropuertos del país.
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Mientras tanto, la oposición demócrata celebra sus recientes victorias locales como un preludio de lo que esperan lograr en las elecciones legislativas de 2026. “Trump está conmocionado; este cierre es una muestra de su falta de liderazgo”, dijo el senador Andy Kim.
El cierre más largo de la historia estadounidense, convertido en símbolo del bloqueo político en Washington, amenaza con erosionar la economía y agravar la división entre un presidente decidido a imponer su agenda y una oposición que percibe en la crisis una oportunidad para debilitarlo.
