Gilberto Bátiz Guzmán, quien salió ganador en las elecciones judiciales, rindió protesta, este miércoles como presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en sustitución de Mónica Soto, quien siguió la ceremonia protocolaria a distancia y no acudió presencialmente al evento, por lo que el magistrado Felipe Fuentes Barrera fue el encargado de hacer el traspaso de funciones.
Gilberto Bátiz Guzmán toma protesta y sustituye a Mónica Soto
El magistrado Fuentes, resaltó que esta nueva etapa del Poder Judicial, permitirá profundizar lo ya logrado. “Sin duda alguna, una de los retos será lograr comunicar las sentencias que se emiten, y garantizar que todas las personas puedan participar en condiciones de igual y sin discriminación”.
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En tanto, Gilberto Bátiz, asumió cinco compromisos eje para iniciar su presidencia en el TEPJF:
El primero, dijo, tener una colegialidad funcional que es un órgano como la Sala Superior, “trabajar en equipo no es una cortesía: es un deber constitucional y moral ante el pueblo”.
Señaló que “un tribunal dividido no sirve a México. Seré un catalizador de soluciones, no un generador de conflictos. Para ello, me es indispensable la experiencia, pericia y apertura de mis colegas magistradas y magistrados.Sin su apoyo, sin su aporte, esta nueva etapa de la justicia electoral sería inviable”, reconoció.
‘La justicia no debe permanecer encerrada’
También buscará un Tribunal cercano, “la justicia no debe permanecer encerrada entre muros o expedientes; debe recorrer el territorio, escuchar de viva voz, explicar sus decisiones y fortalecer la educación cívica, sobre todo entre los grupos históricamente discriminados y vulnerables”.
Como tercer eje, destacó que las decisiones deben fortalecer la estabilidad y la gobernabilidad. “En un país con retos internos y externos complejos, la justicia electoral debe ser pilar de paz social y certeza democrática. Las juezas y jueces constitucionales electorales tenemos, además de una obligación jurídica, una responsabilidad republicana: conducirnos con una visión de Estado que permita la transmisión del poder de manera legal, legítima y sin conflictos”.
También refirió que se debe tener un aterrizaje administrativo ordenado y racional, po lo cual advirtió, revisará “con responsabilidad cualquier ajuste presupuestal que fortalezca la racionalidad del gasto sin comprometer la independencia judicial.
La independencia también se protege con estabilidad institucional”, señaló.
Y como quinto eje destacó una justicia sensible a la diversidad del país y comprometida con un federalismo electoral vivo.
Dijo que la democracia es frágil, “no puede darse por sentada: debe defenderse con reglas claras, instituciones íntegras y resultados confiables que la ciudadanía sienta en su vida cotidiana”.
Destacó que la reforma judicial, “abrió una oportunidad inédita para reconciliar a la ciudadanía con la justicia: por primera vez tuvo la oportunidad de elegir directamente a las y los impartidores de justicia, entre ellos, a quienes integrarían esta Sala Superior.
Esta apertura no sólo reconoció el derecho ciudadano a decidir quién resuelve los conflictos electorales, sino que nos obligó a recorrer el país, escuchar de primera mano a la gente y someter nuestra trayectoria al escrutinio público”.
