Con el fin de mejorar la calidad de vida de cientos de miles de personas con discapacidad y enfermedades crónicas, el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” (INRLGII) de la Secretaría de Salud (Ssa) se consolidó como referente nacional en innovación tecnológica aplicada a la salud, al obtener seis patentes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en menos de dos años.
De esa manera, se podrá utilizar Neuroprótesis motora no invasiva para la rehabilitación de la mano mediante estimulación eléctrica funcional.
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Además, un sistema y método para detectar alteración motora dependiente de la velocidad durante movimiento activo; equipo ultrasónico para el tratamiento no invasivo de la retina; un estimulador eléctrico funcional no invasivo para rehabilitación neuromuscular.
También se obtuvo la patente de un sistema robótico híbrido portátil para movilización asistida de mano, independiente o acoplada a una interfaz cerebro–computadora y de un dispositivo de manipulación de antenas para ablación térmica por microondas.
Estas innovaciones ofrecen nuevas soluciones para la rehabilitación, el diagnóstico y la atención terapéutica, a través de tecnologías no invasivas, accesibles y diseñadas para su aplicación directa en entornos clínicos.
“Más allá del logro personal, una patente representa la posibilidad real de mejorar vidas, de cerrar brechas en rehabilitación y de que la ciencia mexicana transforme el cuidado de las personas con discapacidad”, señaló el investigador del INRLGII y creador del sistema para detectar alteraciones motoras, Alberto Pérez Sanpablo.
El especialista destacó que su desarrollo puede beneficiar a más de un millón de personas en México que viven con condiciones neurológicas asociadas a la espasticidad, al permitir una evaluación precisa y en tiempo real, algo que los métodos tradicionales no logran ofrecer.
En tanto, el director general del INRLGII, Carlos Pineda Villaseñor, resaltó que este esfuerzo forma parte de una estrategia nacional para fortalecer el desarrollo tecnológico del país y disminuir la dependencia de tecnologías importadas.
“Estas patentes no son solo inventos; son capacidades tecnológicas que permanecen en México, en su sistema de salud y en sus instituciones públicas. Son un paso firme hacia la soberanía científica y hacia una rehabilitación más justa y accesible”, destacó.
