La OPEP+ anunció un nuevo ajuste en su política de producción de crudo con un incremento moderado para diciembre, antes de aplicar una pausa durante el primer trimestre de 2026.
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El bloque, integrado por Arabia Saudita, Rusia y otros seis países, informó que elevará su producción en 137,000 barriles diarios, un movimiento calculado para reforzar su posición en el mercado sin desatar presiones a la baja sobre los precios.
Desde abril, los ocho miembros -Arabia Saudita, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Omán y Argelia- han venido aumentando su producción de manera gradual, acumulando un alza total de 2.7 millones de barriles diarios.
Este giro responde a la necesidad de defender su participación en el mercado global frente al auge del petróleo de esquisto estadounidense, que ha ganado terreno gracias a la eficiencia tecnológica y a una mayor independencia de precios.
La organización petrolera justificó su decisión citando las bajas reservas mundiales de crudo, especialmente en Estados Unidos, donde los inventarios se redujeron drásticamente, estabilizando el precio del Brent alrededor de los 65 dólares por barril.
Sin embargo, analistas advierten que el aumento podría tener un impacto limitado: sólo entre 60,000 y 70,000 barriles adicionales se traducirían en producción efectiva, de acuerdo con estimaciones de Standard Chartered, lo que mitigaría posibles desequilibrios.
Incrementos en de la producción de crudo en 2026
Pese a ello, la OPEP+ planea detener los incrementos entre enero y marzo de 2026, anticipando una menor demanda estacional y el riesgo de una sobreoferta que presione los precios a la baja.
Los datos recientes muestran que los volúmenes de crudo en tránsito marítimo superan los niveles vistos durante la pandemia, lo que sugiere que una parte de la oferta podría dirigirse pronto a los depósitos, generando acumulación de inventarios.
El panorama se complica para Rusia, cuya capacidad de producción ya se encuentra al límite. Las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rosneft y Lukoil en octubre amenazan con restringir su capacidad de exportación.
Aunque algunos expertos sostienen que Moscú ha aprendido a esquivar las sanciones occidentales, otros -como Patrick Pouyanné, director de TotalEnergies– advierten que una aplicación más estricta podría sostener los precios internacionales al reducir la oferta rusa.
Con estas medidas, la OPEP+ busca mantener un delicado equilibrio económico, que significa proteger sus ingresos frente a un entorno global incierto y evitar que un exceso de producción erosione su rentabilidad.
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El grupo, que durante años apostó por restringir la oferta, ahora enfrenta el desafío de adaptarse a un mercado más competitivo sin sacrificar estabilidad ni perder influencia en la fijación del precio del crudo mundial.
