Redacción
El Gobierno de México alcanzó un acuerdo con productores de maíz de Jalisco, Guanajuato y Michoacán, mediante el cual se otorgará un apoyo económico directo de 950 pesos por tonelada, informó el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué Sacristán. Con esta medida, los agricultores liberaron los bloqueos carreteros que mantenían en distintos puntos del Bajío.
El funcionario explicó que el acuerdo se concretó durante la madrugada de este miércoles, tras varias horas de negociación con los liderazgos locales, y fue formalizado en una minuta respaldada por la mayoría de las organizaciones agrícolas de la región. El apoyo será financiado de manera conjunta por la federación y los gobiernos estatales: 800 pesos aportados por el Gobierno federal y 150 pesos por los estados.
Durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, Berdegué detalló que el beneficio se destinará a 90 mil productores con parcelas de hasta 20 hectáreas, quienes concentran cerca del 98 por ciento de la producción de maíz en el Bajío. El estímulo aplicará hasta un límite de 200 toneladas por productor.
El titular de Sader señaló que la medida busca mitigar el impacto de la caída en los precios internacionales del maíz, provocada por un excedente global del grano. Explicó que la producción mundial alcanzó un volumen récord de 1,300 millones de toneladas, lo que ha generado una presión a la baja en los mercados y afectado los ingresos del campo mexicano.
Berdegué subrayó que, además del apoyo directo, se mantendrán los precios de garantía establecidos por el Gobierno de México, y se reforzarán los mecanismos de comercialización para garantizar la compra del grano a precios justos.
El acuerdo permitió resolver de manera pacífica las movilizaciones que productores mantenían en carreteras del Bajío, tras varios días de manifestaciones en demanda de un precio más alto por tonelada. Las partes coincidieron en mantener una mesa de seguimiento para evaluar la aplicación del apoyo y el comportamiento del mercado en los próximos meses.
Con esta medida, el Gobierno federal busca dar estabilidad al sector agrícola, apoyar a los pequeños y medianos productores y garantizar la rentabilidad de la cosecha 2025, en un contexto internacional de sobreoferta y precios bajos.
