Redacción
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México confirmó el fallecimiento de Tiffany Odette Cano González, de 16 años, quien permanecía hospitalizada en el Instituto Nacional de Rehabilitación tras la explosión de una pipa de gas LP ocurrida el 10 de septiembre en el Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa. Con su deceso, la cifra de víctimas mortales ascendió a 32.
La dependencia informó que cinco personas continúan hospitalizadas y 47 han sido dadas de alta, luego del siniestro que también cobró la vida de Misael Cano, padre de la joven, y dejó con heridas a su hijo de año y medio. Tiffany fue una de las afectadas más graves y se mantenía bajo atención médica especializada por las quemaduras sufridas.
El accidente se registró cuando una pipa de gas volcó y explotó cerca del puente La Concordia, generando una fuerte onda expansiva y daños en viviendas aledañas. De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia capitalina, las investigaciones determinaron que la causa del siniestro fue la falta de pericia del conductor y el exceso de velocidad al maniobrar la unidad.
En el lugar del accidente trabajaron más de 120 bomberos de la Ciudad de México y del Estado de México, quienes lograron controlar las llamas y rescatar a decenas de personas. Sin embargo, la magnitud del incidente y la gravedad de las lesiones provocaron que el número de fallecidos aumentara con el paso de las semanas.
Tras la tragedia, el Gobierno de la Ciudad de México anunció un paquete de reformas al Reglamento de Tránsito para reforzar la supervisión del transporte de materiales y sustancias peligrosas. Las medidas buscan evitar nuevos incidentes y mejorar los protocolos de emergencia en el traslado de combustibles dentro del perímetro urbano.
El caso ha generado consternación entre los habitantes de Iztapalapa, donde las familias afectadas continúan recibiendo atención médica y apoyo psicológico. Las autoridades locales mantienen el compromiso de acompañar a las víctimas en los procesos de reparación y seguimiento legal.
Familiares de Tiffany expresaron su dolor por la pérdida, al recordar que la joven soñaba con ser enfermera y que su vida cambió tras el siniestro. Su madre y su hijo pequeño aún se recuperan de las lesiones sufridas durante la explosión.
