Aclara Claudia que el objetivo no es recaudar más dinero
El propósito de la reforma es proteger la salud de los mexicanos
Cuesta más de 116 mmdp anuales el consumo de las gaseosas
Juan R. Hernández
Ciudad de México.- Después de una intensa batalla legislativa, la Cámara de Diputados aprobó el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a bebidas saborizadas. La presidenta Claudia Sheinbaum explicó que el objetivo de esta medida es reducir el consumo de refrescos, no incrementar la recaudación. “El objetivo no es recaudar dinero, sino que se consuma menos”, afirmó.
Con 351 votos a favor, 129 en contra y una abstención, el pleno aprobó en lo general las reformas al IEPS, que contemplan un incremento del 86.6% en la cuota aplicada a bebidas con azúcares añadidos, pasando de 1.65 a 3.08 pesos por litro. Además, se extendió el gravamen a las versiones “light” o “zero”, con una cuota de 1.50 pesos por litro.
La mandataria sostuvo que el propósito central es proteger la salud de los mexicanos, ya que el consumo excesivo de bebidas azucaradas está vinculado a enfermedades crónicas como diabetes, obesidad y padecimientos cardiovasculares.
“Los efectos de una persona diabética en el mediano plazo son gravísimos. Disminuyen no solo la esperanza de vida, sino la calidad de vida”, advirtió.
México es el segundo país con mayor consumo de refrescos en el mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año. Esta práctica ha generado una crisis de salud pública. El gobierno federal estima que el tratamiento de enfermedades relacionadas con el consumo de estas bebidas cuesta más de 116 mil millones de pesos anuales, de los cuales 44 mil millones corresponden solo a los servicios del IMSS e ISSSTE.
En paralelo, el Ejecutivo federal alcanzó un acuerdo con la industria refresquera para acompañar la política fiscal con medidas de autorregulación. El subsecretario de Salud, Eduardo Clark García, aclaró que no se trató de un “acuerdo en lo oscurito”, sino de compromisos públicos y medibles.
Entre ellos se incluyen la reducción del 30% en el contenido de azúcar en los refrescos hacia 2030, la eliminación de publicidad dirigida a menores de edad, la no promoción de presentaciones mayores a tres litros y la reformulación de productos para disminuir su aporte calórico.
Sheinbaum insistió en que esta medida forma parte de una estrategia integral de prevención, complementada con programas como “Vive saludable, vive feliz” y la restricción de venta de comida chatarra en escuelas.
Cada envase de 600 mililitros de refresco contiene hasta 15 cucharaditas de azúcar, lo que supera ampliamente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Por ello, el gobierno defiende esta reforma como una acción de salud pública, más que un ajuste tributario.
“Si una persona tomaba una lata diaria, el incremento representaría 30 pesos al mes. La idea es que en lugar de tomar 30 latas, tome 28 o 29. Eso salva vidas”, puntualizó la presidenta.
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