Hoy, justo a una semana de las históricas precipitaciones que cayeron sobre Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz, Poza Rica presenta una irrebatible prueba de la fuerza de la crecida del río Cazones, que ningún modelo pudonpreveer con certeza absoluta -y ningún discurso político puede explotar sin parecer mezquino-: hasta donde alcanza la vista, hay miles de árboles postrados en su ribera derecha.
Poza Rica sale adelante ante las históricas lluvias
El agua que llegó con imbatible fuerza durante la noche del 9 al 10 de octubre, volvió a su cauce pero dejo destrucción a su paso. Miles de viviendas del municipio, cual árboles ribereños están dañadas pero en pie, con sus raíces-cimientos aferrados a la tierra, dispuestos a levantarse pese a todo.
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El Cazones, una especie de frontera natural que recibe a quien entra a la localidad viniendo de Tuxpan, se colmó con la lluvia que cayó entre la noche del jueves y la madrugada del viernes pasados, en unas cuantas horas la crecida, que según testimonios no pasaba de centímetros durante varios años, subió entre 1 y 2.5 metros, lo que apenas dió oportunidad a que unos cuantos evacuaran mientras otros, los que viven en las cercanías de un brazo del río, vieran con temor y desconcierto como las aguas cubrían su patrimonio.
Foto: Miguel Martínez Corona |
Esas aguas, al replegarse dejaron humedad, daños y kilos y kilos de lodo, “aguado” en algunas calles, en otras, pegajoso, pesado, casi como cemento que comenza a cuajar, y en otras, ya endurecido y fragmentado, con el consiguiente riesgo a la salud de los pobladores.
Ante ese panorama, la ciudad parece vivir 2 realidades, la del día a día, con el consabido trajinar diario, a la derecha del bulevar Adolfo López Mateos, y el de la emergencia, a la izquierda, misma que resulta atendida por la Secretaría de Marina.
La Marina y el Ejército se unen para ayudar a las comunidades
La urgencia está a la vista en al menos 6 colonias, en sus calles anegadas en lodo, se acumulan montañas de detritos, entre refrigeradores, salas completas, sillas, mesas, ropa, enseres, y hasta peluches que, en más de una ocasión confunden al foráneo sobre si no será un “lomito” muerto, pero el olor delata.
No se está descomponiendo como lo haría un animal de carne y hueso, pero sí hay un olo que se asoma, el de la putrefacción, el agua estancada se pudre, es a lo que atinde la Marina.
En el municipio la Armada tiene desplegados miles de efectivos, cientos de ellos limpiando calles y sacando lo dañado y el lodo de las casas, otros más, en vigilancia de puntos estratégicos, cómo comercios, o acompañando los recorridos de la prensa, otros más, distribuyendo las despensas que llegan a miles desde varios puntos del país.
La Marina trabaja día y noche
El trabajo es tal que el personal naval mantiene turnos nocturnos, y aunque el daño parece incalculable, las labores de la Armada no se quedan atrás, sus uniformados pelean y pelean, empujan, cargan y vuelven a su posición original -sobre sus ruedas- los autos impactados por el agua del Cazones.
A una semana, algunas colonias siguen sucias y con escombro pero sin los riesgos que implica la acumulación del lodo, en puntos como la Lázaro Cárdenas o Magisterio, el lodo aún es un problema, así como los muros derribados por el agua, pero para aquellos dados a las comparaciones, la situación no parece fuera de control, la ciudad cuenta con luz y agua corriente, los vecinos hacen recuentos de los daños, y hasta se reconoce a un niño que, durante las labores de limpieza expreso su interés de ser marino.
Falta por hacer, y después, reconstruir pero, de momento, la población no está desprotegida como se ha querido hacer creer, y sino ¿por qué tanto esfuerzo de la Marina?