Donald Trump proclamó el “amanecer histórico” de un nuevo Medio Oriente tras firmar en Egipto una declaración de paz con los líderes de Egipto, Catar y Turquía.
Trump y sus acuerdos en Egipto
“Se terminó la larga y dolorosa pesadilla”, afirmó el presidente estadounidense ante el Parlamento israelí, antes de volar a Sharm el Sheij para copresidir una cumbre con su homólogo egipcio Abdel Fattah al Sisi. Sin embargo, mientras los reflectores apuntaron a la victoria diplomática, el futuro político de Gaza y la durabilidad del acuerdo permanecen inciertos.
También te puede interesar: Trump confirma que recibirá a Zelenski el viernes en la Casa Blanca
El magnate inició la jornada en Jerusalén, donde resultó recibido con aplausos en el parlamento. Llamó a los palestinos a “abandonar la vía del terrorismo” y presentó la tregua como un “triunfo increíble”. Más tarde, en Egipto, encabezó una reunión que congregó a más de veinte líderes mundiales, entre ellos los de Arabia Saudita, España, Francia e Italia.
“Este es el día en que las oraciones de millones resultaron respondidas”, dijo el mandatario al anunciar compromisos económicos de “numerosos países de gran riqueza” para la reconstrucción de Gaza.
El gobierno del primer ministro Netanyahu enfatiza que se trata de un alto al fuego, no de una paz definitiva.
El anuncio coincidió con la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes con vida, a cambio de casi dos mil prisioneros palestinos. Las escenas de reencuentro se mezclaron con la entrega de los cuerpos de cuatro cautivos fallecidos, de un total de 28 que el Estado hebreo aún espera.
El plan impulsado por Washington contempla la retirada gradual del Ejército israelí y la formación de una administración provisional “tecnocrática y apolítica” supervisada por un comité internacional. Pero los desafíos son múltiples: Hamás rechaza su desplazamiento del poder, y la Autoridad Palestina aún no define su papel.
Para el gobierno israelí, la tregua equivale más a un alto al fuego que a una paz definitiva. Benjamin Netanyahu, ausente en la cumbre, advirtió que “la lucha no ha terminado” y que las operaciones podrán reanudarse “si las condiciones lo exigen”.