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Anoche Televisa y Azteca midieron fuerzas: el regreso de ¿Quién es la Máscara? y el estreno de La Granja VIP dejaron claro que el domingo volvió a ser el campo de batalla televisiva.

En el canal de Las Estrellas, Omar Chaparro volvió a conducir el programa acompañado de Carlos Rivera, Anahí, Juanpa Zurita y Ana Brenda Contreras, quien reemplazó a Martha Higareda.

En la primera gala, el personaje Shiba Moon fue eliminado y al quitarse la máscara reveló ser Adamari López. Ninguno de los investigadores acertó, y el nuevo botón ¡Sálvame! sirvió para rescatar a otros concursantes. La producción mantiene su fórmula y su espectacularidad, con ratings que superaron a su competencia directa, confirmando que Televisa sigue dominando el prime time.

Sin embargo, el desgaste del formato es visible: los disfraces impactan, pero las sorpresas escasean y las apuestas del jurado parecen más calculadas que intuitivas.

En cambio, TV Azteca apostó a lo incierto con La Granja VIP, un reality rural que combina encierro, estrategia y convivencia al estilo de los clásicos pero con la promesa de transmitir contenido digital 24/7.

Con Adal Ramones al frente y Kristal Silva como co-conductora, el estreno presentó a sus 16 famosos concursantes: Alfredo Adame, Jawy Méndez, Kim Shantal, Sandra Itzel, Alberto El Patrón del Río, César Doroteo Teo, Manola Díez, Kike Mayagoitia, Carolina Ross, Lis Vega, Omahi, Sergio Mayer Mori, La Bea, Fabiola Campomanes, Lolita Cortés y otros que llegaron dispuestos a pelearse la audiencia.

Los primeros nominados fueron Manola, Adame, La Bea y Teo, obligados a dormir en el granero como peones.

En redes, La Granja VIP ganó el round inicial: tendencia número uno en X, más de 87 mil menciones y memes al por mayor. El público celebró ver a Adame y Campomanes juntos, pero también criticó la escenografía, que muchos calificaron de “económica” y “reciclada”.

Aun así, la conversación digital favoreció a Azteca, aunque el impacto en pantalla fue mayor para Televisa. La Granja acaparó la atención por lo polémico de su elenco y su estrategia de convivencia, mientras que La Máscara conservó la calidad visual y la preferencia de los hogares.

En la guerra de formatos, Azteca busca provocar y Televisa asegurar. Una juega con escándalo, la otra con tradición.

Por ahora, el resultado es claro: Televisa gana en rating, Azteca en ruido, y los domingos vuelven a tener rivalidad, polémica y competencia real en la televisión mexicana.

 

FACEBOOK  y YOUTUBE Ana María Alvarado

IG y TW @anamaalvarado

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