El canadiense Peter Howitt, uno de los tres ganadores del premio Nobel de Economía de este año, advirtió que la inteligencia artificial (IA) ofrece “posibilidades asombrosas”, pero debería ser regulada debido a su potencial para destruir empleos. Profesor emérito de la Universidad Brown en EU, se muestra preocupado sobre cómo la IA afectará a la sociedad y el mercado laboral.
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Howitt, uno de los tres economistas reconocidos el lunes por la Real Academia de Ciencias de Suecia por su trabajo sobre cómo la tecnología impulsa y afecta el crecimiento. Su investigación, junto con el también galardonado Phillippe Aghion, de Francia, se centró en la teoría de la “destrucción creativa”. En la que un nuevo y mejor producto entra al mercado y las empresas que venden productos antiguos salen perdiendo.
“No sabemos cuáles serán los efectos de la destrucción creativa”, explicó Howitt en una conferencia de prensa. También aseguró que aún está por verse quién será el líder de la IA.
“Es, obviamente, una tecnología fantástica con posibilidades asombrosas. Y también tiene un potencial increíble para destruir otros empleos o reemplazar mano de obra altamente calificada (…) Va a tener que regularse”, sostuvo. Howitt, de 79 años, mencionó que se trata de un “gran momento en la historia de la humanidad” y lo comparó con épocas pasadas de innovación tecnológica. Incluyendo el auge de las telecomunicaciones en la década de 1990 y los inicios de la electricidad y la energía a vapor.
AFP |
Afirmó que todas esas innovaciones demostraron cómo la tecnología puede mejorar la mano de obra y no solo reemplazarla. “¿Cómo lo vamos a lograr esta vez? Ojalá tuviera respuestas concretas, pero no las tengo”.
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Howitt recordó que cuando él y Aghion escribieron por primera vez su influyente artículo de 1992 sobre la destrucción creativa, tardaron cinco años en lograr que se publicara, pero ambos sabían que habían dado con algo especial. El tercer economista reconocido el lunes con el Nobel de Economía, el estadounidense-israelí Joel Mokyr, se mostró más optimista sobre el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral. “Las máquinas no nos reemplazan. Nos trasladan a trabajos más interesantes y complejos”, dijo Mokyr, de 79 años, en un mensaje desde la Universidad Northwestern, en los suburbios de Chicago. “El cambio tecnológico no solo reemplaza a las personas, también crea nuevas tareas”, consideró.