Redacción
Dos hombres fueron detenidos por su presunta participación en la desaparición de Kimberly Moya, una joven de 16 años cuyo rastro se perdió el pasado 2 de octubre en el municipio de Naucalpan. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que las detenciones derivan de trabajos de investigación, análisis periciales y revisión de cámaras de seguridad que apuntan a la probable responsabilidad de los imputados.
De acuerdo con la indagatoria, los hechos ocurrieron alrededor de las 16:14 horas del 2 de octubre, cuando la adolescente caminaba por la calle Filomeno Mata, esquina con Diagonal Minas, en la colonia San Rafael Chamapa. En ese punto, Gabriel Rafael “N”, de 57 años, habría corrido hacia ella y la dirigió hacia un vehículo Volkswagen sedán gris, conducido por Paulo Alberto “N”, de 36 años. Ambos la habrían privado de la libertad y huyeron del lugar.
El comunicado de la Fiscalía señala que los hombres actuaron con la intención de ocultar el paradero de la menor y negar información sobre su destino. Las autoridades realizaron posteriormente un cateo en el taller donde trabajaba Gabriel Rafael “N” como tornero, donde fueron localizadas unas botas color café con aparentes manchas de sangre.
Peritos en genética forense realizaron estudios de las muestras, que fueron comparadas con material genético de los padres de la joven. El dictamen confirmó que las manchas correspondían a rastros hemáticos con coincidencias genéticas con los de la familia de Kimberly, lo que sugiere una alta probabilidad de que pertenezcan a la adolescente.
El análisis de las cámaras de vigilancia permitió corroborar que, antes de la desaparición, Gabriel Rafael “N” portaba las mismas botas halladas en el taller. Asimismo, se identificó que el vehículo gris vinculado al caso siguió de cerca a la víctima durante su recorrido por la zona, incluso antes de ser interceptada.
Pese a las detenciones, el paradero de Kimberly Moya sigue sin esclarecerse. La Fiscalía mexiquense mantiene las labores de búsqueda en coordinación con autoridades federales y municipales, bajo el protocolo homologado que parte del principio de búsqueda en vida.