Cristian Millan
Tyreek Hill ha quedado fuera de la temporada 2025 tras sufrir una lesión grave en la rodilla izquierda durante el enfrentamiento entre Miami Dolphins y New York Jets. El receptor ha tenido que abandonar el campo en el tercer cuarto, después de que su rodilla se torciera en un ángulo antinatural al intentar evadir un tackle. Desde entonces, se ha confirmado que la magnitud de la lesión requiere atención quirúrgica inmediata.
Los estudios médicos han revelado una dislocación de rodilla acompañada de daños severos en los ligamentos. El diagnóstico ha encendido alarmas en la franquicia, ya que se ha determinado que Hill necesitará someterse a varias cirugías para intentar recuperar la estabilidad de su articulación. La gravedad del caso ha puesto en duda no solo su regreso en el corto plazo, sino también su futuro competitivo.
El panorama para la temporada 2026 se ha complicado de manera significativa. Hill, quien llegará a los 32 años, ha enfrentado la posibilidad de que su rendimiento no sea el mismo tras una rehabilitación prolongada. Esta situación ha colocado a los Dolphins en un escenario de incertidumbre, considerando que el contrato del jugador incluye cláusulas que podrían facilitar su salida.
El aspecto contractual ha tomado protagonismo en este contexto. El acuerdo entre Miami y Hill establece la opción de liberarlo después del 1 de junio, lo que permitiría al equipo liberar 36 millones de dólares en espacio salarial. Con esta cláusula activa y la incertidumbre sobre su recuperación, su permanencia en la plantilla se ha convertido en un tema de debate.
La baja de Hill ha dejado un vacío considerable en el sistema ofensivo de los Dolphins. Su velocidad y capacidad para ganar yardas tras la recepción han sido elementos fundamentales en el esquema del equipo. La necesidad de cubrir su ausencia ha llevado a mirar hacia jugadores como Jaylen Waddle, quien podría asumir un rol principal en la ofensiva.
El cuerpo técnico ha tenido que replantear estrategias para compensar la pérdida de uno de sus receptores más productivos. Ajustes en el diseño de jugadas y una mayor participación de otros elementos ofensivos han sido parte de las medidas tomadas para mantener competitividad. La capacidad del equipo para adaptarse a este nuevo escenario será clave en el cierre de la temporada.
Para Hill, este episodio ha significado uno de los mayores retos de su carrera. La rehabilitación y el tiempo de recuperación se han convertido en sus prioridades inmediatas, con la mira puesta en regresar al máximo nivel. Sin embargo, las dudas sobre su futuro con los Dolphins y su rendimiento tras la lesión han marcado un punto de inflexión en su trayectoria en la NFL.
