Desde Compton hasta la CDMX, Kendrick Lamar regresó a tierras aztecas para demostrar por qué es de los mejores exponentes del hip-hop en la actualidad, con un espectáculo que hizo vibrar a sus fans.
Aunque en redes sociales se reportaba baja venta de boletos, las taquillas del recinto lucieron abarrotadas de personas que buscaron su boleto de última hora.
Catriel y Paco Amoroso fueron los encargados de hacer entrar en ambiente a un semivacío Estadio GNP. Sin embargo, esto no les impidió dar un show digno de recordar con temas como “El único” y otros grandes éxitos.
Luego de que el dúo argentino dejara el escenario, el público se preparó para el acto estelar de la noche. Sin embargo, su espera se extendió media hora más de lo proyectado, lo que desató gritos y rechiflas exigiendo que su artista favorito iniciara su presentación.
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En punto de las 21:30 horas que las luces del Estadio GNP se desvanecieron, y los gritos de miles de mexicanos hicieron retumbar el recinto para recibir a Kendrick Lamar.
Vestido con playera negra, jeans y algunas joyas, el rapero arrancó su gira Grand National Tour en la CDMX.
El primer tema en sonar fue Wacced put murals.
Las canciones no dejaron de sonar una tras otra para deleite del público mexicano, que sin pena alguna repetían letra por letra cada uno de los temas de Kendrick, incluyendo los slurs de sus temas.
Squabble up, Element, tv off, Euphoria, hey now y Humble fueron algunos de los temas que Kendrick Lamar interpretó en la primera parte de su concierto.
Interacciones de Kendrick Lamar con el público fueron recíprocas
Alondra Pedraza
Para su presentación en la CDMX, Kendrick contó con una producción que constaba de tres pantallas gigantes, pirotecnia y diversa indumentaria para recrear el barrio de Compton y la cultura lowrider.
Las pocas interacciones del rapero con su público fueron recíprocas y provocaron la emoción de los presentes, que no desaprovechaban la oportunidad de demostrarle su admiración coreando su nombre una y otra vez.
Family ties, swimming pool m.A.A.d city, peekabo, DNA, Count me out fueron otros temas que completaron el setlist de la noche.
Una aparición digital, gracias a la producción, de SZA, dio paso a uno de las canciones más coreadas de la noche: Luther.
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Sin embargo, lo que desató la verdadera locura en el Estadio GNP fueron las primeras notas de Not Like Us, ese diss track que le valió la viralidad a Kendrick en el show de Medio Tiempo del SuperBowl, además de más Grammys en su acervo.
Drake se hizo de miles de haters mexicanos que corearon palabra tras palabra cada una de las rimas de Kendrick. ¿Las más populares? “certified lover boy? Certified p3doph1l3″ y “tryna strike a chord but it’s probably A Minor”.
Tras una hora y 36 minutos de concierto, Kendrick Lamar se despidió del público mexicano a las 23:06, no sin antes prometer volver a pisar tierras aztecas y con Gloria como carta de agradecimiento por la entrega de sus fans.
