Ultimo Messaggio

Occidente se fractura ante el reconocimiento de Palestina La despenalización del aborto no frena denuncias: GIRE

Un thriller sonoro que convierte el robo de trajes de danza en la puerta de acceso a la memoria cultural boliviana dio vida a Asalto al Carnaval

La serie busca empoderar a jóvenes, visibilizar danzas poco conocidas y abrir una conversación sobre identidad y conocimiento de origen.

La audioserie se instala en la frontera entre entretenimiento y pedagogía cultural. La trama parte de un asalto de los trajes de danza para llegar a preguntas de fondo: ¿quién baila, sabe por qué baila?, ¿qué historia sostiene un vestuario, un ritmo, un gesto?, ¿de qué modo un país protege lo que celebra una vez al año?

El proyecto nació con otra geografía. La idea original situaba el golpe en el Museo Nacional de Antropología de México; pero la producción optó después por Bolivia para volver el alcance más realista y accesible.

“La meta consistía en contar los orígenes de forma entretenida”, explica Christian Meruvia, director de la audioserie.

El equipo decidió huir de lo obvio. En lugar de repetir danzas archiconocidas, eligió piezas casi invisibles. 

Christian menciona Hachapata, práctica antigua de la cuenca del Titicaca que funcionaba como castigo y redención: una persona aceptaba bailar sin pausa, sin comida, hasta la muerte.

También te puede interesar: Estos son los ganadores de Spotify Podcast Awards 2025

‘Asalto al Carnaval’, entre entretenimiento y pedagogía cultural

La serie toma relatos así, los coloca en una ficción de investigación y devuelve contexto a aquello que la fiesta suele cubrir con brillo.

La narrativa incorpora valores concretos. En Bolivia, al adolescente se le dice “feto” con cariño; la serie crea un grupo de “fetos” de 13 a 15 años con talento para la informática y la indagación.

“Queríamos empoderarlos —dice Meruvia—, mostrar que no importa si eres de Estados Unidos, Holanda o México, todos tenemos el potencial de ser investigadores, hackers, creadores. Los chavos también pueden reconocerse en ese papel”.

El proceso no estuvo exento de obstáculos. Cuando tocaron puertas en museos bolivianos en busca de apoyo, la respuesta fue reticente.

“Se espantaron con la historia, nos dijeron: ‘¿Cómo van a hacer un asalto en nuestro museo?’. Pero era ficción, no pasaba nada. Nosotros queríamos demostrar que se puede enseñar cultura desde la ficción, que no es profanar, sino atraer a la gente”, recuerda Meruvia. 

El trabajo sonoro exigió inmersión. Un ingeniero mexicano dedicó horas al carnaval, instrumentos andinos y ambientes de calle hasta lograr texturas que huelen a altiplano. La música no actúa como decorado, sino como archivo vivo que guía ritmo, atmósfera y tensión. Voces de distintos países completan un reparto que conserva color local sin caricaturas.

También te puede interesar: Lanzan el podcast “Los Niños del Narco”

Hoy, la serie celebra ser finalista en los Premios PRODU 2025 y ya experimenta con nuevos formatos, como microseries en TikTok producidas por el colectivo Changos con Navajas.

La ruta a futuro apunta a financiar una segunda temporada y, más adelante, cumplir el deseo inicial de trasladar la historia a México

“Ya nos sentimos ganadores porque lo más valioso ha sido abrir un espacio donde la gente se reconozca en su cultura, y que eso se logre a través del audio es todavía más poderoso”, finalizó Christian.

Lo que debes saber

Asalto al Carnaval nació con la idea de un robo en el Museo Nacional de Antropología de México, pero terminó ambientada en Bolivia para acercarse mejor a las tradiciones andinas.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *