La astrónoma, científica y divulgadora de la ciencia mexicana Julieta Fierro Grossman dejó el plano terrenal esta mañana, a los 77 años, para situarse eternamente en ese plano cósmico y de cuerpos celestes al que le dedico no sólo una vida de estudio, sino de difusión asequible.
Así lo confirmó su alma máter, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hace apenas unos momentos. “Con su voz y dedicación acercó a la ciencia a varias generaciones, dejando un legado que trasciende las fronteras y el tiempo”, aseveró con ahínco la institución.
Cuando se presentó alguna vez por el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, escribió:
“Soy Julieta Fierro, me dedico a la divulgación científica para que otras personas se den cuenta lo extraordinaria y útil que es la ciencia. Si me siento triste pienso en el universo, me maravillo y me pongo contenta“.
Julieta Fierro y sus distinciones infinitas como el cosmos
Pese a que nunca hizo lo que hizo por el reconocimiento público y los premios, fue inexorable que estos llegaran a manos llenas a Julieta Fierro por su incansable labor como divulgadora y estudiosa de la ciencia.
Era investigadora en el Instituto de Astronomía de la UNAM, ocupaba la Silla XXV de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) y también ostentaba ser miembro correspondiente de la Real Academia Española desde abril de 2025.
Aunque en una breve autobiografía publicada por el Instituto de Astronomía contó que “de pequeña quería ser trapecista y tener una familia numerosa“, tras la muerte de su madre, recuerda, “llegué a la conclusión que era mejor estudiar que dedicarme a cuidar a mis hermanos; desde entonces no he dejado de hacerlo”.
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Por ese deseo incansable, es que fue reconocida por sus estudios, su divulgación escrita, por las decenas de libros que escribió, por preocuparse por preservar el conocimiento de la ciencia en las juventudes y en las generaciones ya no tan jóvenes.
En cuanto a sus colaboraciones con museos, trabajó con: Universum, el Museo de Ciencias Naturales, el Museo de la Luz, La Semilla, Descubre, Explora, el Museo del Observatorio Mac Donald de Texas, el de Ciencias de Puerto Rico, y para la Feria Mundial Japón.
Además, fue presidenta de la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia, un organismo sumamente relevante para el fomento de la colaboración e intercambio de exposiciones entre museos.
Asimismo, fue miembro de la Sociedad Mexicana de Física, así como de la Sociedad Mexicana de Divulgación de la Ciencia y la Técnica y de la Sociedad de Astrobiología.
Sus numerosos premios
Enumerados por ella misma en su falsa autobiografía, más parecida a una semblanza curricular con el humor propio de su persona, en el que incluso confiesa su torpeza durante las reuniones sociales y su dificultad para trabajar en equipo, estos son algunos de los premios que cosechó a lo largo de su vida:
Divulgación de la Ciencia de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo.
Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia de 1992.
Premio Kalinga de la UNESCO en 1995.
Medalla de Oro Primo Rovis del Centro de Astrofísica Teórica de Trieste.
Premio Klumpke-Roberts de la Sociedad Astronómica del Pacífico en los EUA.
Premio de Periodismo Científico en 1998.
Medalla de Oro de la Universidad Latinoamericana en 2007.
Las medallas Vasco de Quiroga y la de la Sociedad Astronómica de México en 2012.
Como corolario, también escribió: “Varias Bibliotecas y Sociedad Astronómicas llevan mi nombre, así como cinco escuelas. Varios laboratorios, bibliotecas, planetarios y sociedades astronómicas llevan mi nombre; así como tres escuelas se llaman Julieta Fierro (dos en Michoacán y una en Colima)”.
A lo largo de su prolífica carrera, publicó más de 40 libros, 23 de los cuales son de divulgación científica, siendo el más reciente Astronomía, ¿para qué? (Editorial Sexto Piso, 2024), donde buscó acercar, como siempre hizo, los temas esenciales de la astronomía y la astrofísica a públicos no expertos en la materia a través de un lenguaje pragmático e inteligible para todas y todos.
De otras de sus publicaciones destacan La astronomía de México (Lectorum), Lo grandioso del tiempo. Gran paseo por la ciencia (Nuevo México), Galileo y el telescopio, 400 años de historia (Uribe y Ferrari Editores) y Newton, la luz y el movimiento de los cuerpos (Uribe y Ferrari Editores), estos dos últimos trabajados en colaboración Con Héctor Domínguez.