Muere la científica mexicana Julieta Norma Fierro Gossman, conocida simplemente como Julieta Fierro, a los 77 años.
Este viernes 19 de septiembre, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó el deceso de Julieta Fierro, quien fuera investigadora del Instituto de Astronomía a los 77 años.
“Con su voz y dedicación acercó la ciencia a varias generaciones, dejando un legado que trasciende las fronteras y el tiempo”.
Causas de la muerte
Hasta el momento, la Casa Máxima de Estudios no ha informado los motivos de su deceso.
En tanto, a continuación te diremos algunos datos que tal vez no conocías sobre Julieta Fierro.
También te puede interesar: Muere la astrónoma mexicana Julieta Fierro Grossman a los 77 años
Una vida dedicada a la divulgación de la ciencia
Julieta Norma Fierro Gossmann, quien nació el 24 de febrero de 1948 fue una de las científicas y divulgadoras más influyentes de México, por lo que “inspiró a muchas y muchos jóvenes en el mundo de la ciencia”.
Además, tenía el nombramiento como investigadora titular del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y profesora de la Facultad de Ciencias de dicha universidad, donde dedicó más de cuatro décadas a acercar el conocimiento a niñas, niños, jóvenes y adultos, convencida de que la ciencia debía ser parte de la vida cotidiana.
“Toda la gente debería conocer el origen y las grandes maravillas de nuestro Universo”, dijo Fierro.
Desarrolló proyectos centrados en la formación de estrellas y el medio interestelar.
Su pasión por la docencia la llevó a formar generaciones de estudiantes y a participar en múltiples proyectos de educación científica a nivel nacional e internacional.
Además, escribió más de 40 libros de divulgación.
No obstante, también se desempeñó como conductora de programas de radio y televisión, y colaboró en museos y espacios interactivos de ciencia, como Universum, donde resultó pieza clave en su fundación.
Cuartoscuro |
Reconocimientos y legado
Julieta Fierro recibió múltiples premios, entre ellos el Kalinga de la UNESCO, por su destacada labor en la difusión de la ciencia. El de la Academia de Ciencias del Mundo, el Mario Molina, distinguida con cuatro doctorados honoris causa.
También te puede interesar: La joven científica Nadia Zenteno se suma al Gobierno de Maru Campos
No obstante, también fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, donde ocupó la Silla XXV, aunado fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores en el máximo nivel.
Su muerte representa una pérdida irreparable en el mundo de la ciencia, pero su obra seguirá inspirando a futuras generaciones de científicos y divulgadores.