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El reencuentro de los hermanos Gallagher como Oasis no es solo un suceso en el mundo se la música, pues sus canciones tienen un significado más profundo en la vida de algunos fans, como en la de Yair Mata, quien finalmente pudo ver al dúo de Manchester en la primera fila durante la primera fecha de la CDMX.

“Yo no los pude ver las veces pasadas, principalmente en 1998 porque era un niño y en 2006 yo trabajaba en un antro en las noches y en fin de semana era más complicado faltar”, recordó Yair, para quien la esperanza de ver a Oasis no murió en 16 años.

“Yo siempre me junté con personas más grandes y mis amigos me enseñaron a Oasis, me gustan mucho desde siempre y cuando la noticia de que volverían a tocar juntos se dio a conocer, me propuse verlos sabía que iban a venir a México“, contó.

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Su profecía se cumplió y no dudó en llevar la experiencia Oasis hasta otro nivel, verlos en primera fila y para ello hubo que vivir una odisea que inició desde temprano.

“Me salí a las 6:00 A.M. de mi casa en Azcapotzalco y a las 7 de la mañana ya estaba en el GNP y nos numeraron a los primeros 200 para asegurar nuestros lugares y como al rededor de las 9 de la mañana nos metieron al foro a una especie de corrales, hicimos un campamento y de ahí hasta las 3 de la tarde que entráramos podíamos entrar y salir del lugar las veces que quisiéramos. Nos fuimos a desayunar”, destacó en su historia.

Aunque suena tortuoso, lo cierto es que la compañía con otras personas que buscan el mismo sueño musical, ayuda a mitigar el tiempo y pasar un buen rato: “podíamos entrar y salir a la calle y meter lo que quisiéramos sin que nos revisaran, hicimos un grupo de WhatsApp y nos metimos unas latas de cerveza, éramos ocho personas y podíamos salir al sanitario sin problemas. Una gran ventaja”, relató.

El clima no mermó los ánimos

Lo cierto es que otra adversidad eran las condiciones ambientales y en época de lluvia, Tláloc jugó a favor de los asistentes y aunque sí hubo lluvia, fue tan corta que resulta casi insignificante en una travesía de 17 horas: “creí que iba a llover más, duró unos 20 minutos de forma constante e iba bien preparado para ello, así que no tuve mayor problema”, describió Yair, quien lo último que dejaría morir era el ánimo.

Entrado en el Estadio GNP, ya no hubo oportunidad de beber, defender el preciado lugar en la fila mas codiciada del concierto era la única misión de Yair y otro grupo de melómanos de diferentes edades.

La paciencia es una virtud y tiene sus recompensas; en este caso llegó al rededor de las nueva de la noche: “Ver a Liam y a Noel salir abrazados al escenario es algo que nunca creí ver por todo lo turbulenta que era su relación.

“Es cierto que había mucha gente que fue por la foto, mucha gente que compró el boleto más por toda la publicidad que acarreó el reencuentro, que porque les gustara la música en sí, pero yo disfruté en canciones como Supersónic, una de mis favoritas”.

El privilegio de la primera fila permite ver de primera mano detalles que ni la cámara más nítida permite y uno de ellos fue un posible llanto de Liam: “cuando toda la gente coreó el “Oé Oé Oé Oé…” puedo jurar que Vi a Liam conmoverse hasta las lágrimas y eso te hace sentir que no solo es una experiencia para el espectador sino que para los músicos también hay una emoción genuina ocasionada por nosotros”.

Sin duda para Yair hubieron otros momentos de excepcional sentimiento: “cuando sonó Wonderwall, a pesar de que no es mi canción favorita, se me enchinó la piel al ver a un estadio completo corear la canción con tanta fuerza. Se contagia el ánimo”, recordó.

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Todo lo bueno tiene que acabar y Oasis concluyó el concierto más esperado del año en la CDMX, pero para Yair dejó una huella indeleble en su experiencia de vida: “definitivamente es uno de los conciertos más grandes y de los que mejor la he pasado porque no solo fue asistir a un concierto, fue vivir todo un día para llegar a ese preciado momento en el mejor lugar posible”, finalizó.

La gira de Oasis Live 25 continúa esta noche con su segunda y última fecha en la CDMX, pero seguirá por diferentes partes del mundo como Asia, Sudamérica y de vuelta en Reino Unido.

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