Redacción
En conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció junto con el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, un decreto que establece la prohibición de la importación, producción, comercialización y uso de 35 moléculas de plaguicidas considerados de alta peligrosidad.
De acuerdo con el titular de Agricultura, esta medida representa un avance en la protección de la salud y del medio ambiente, ya que las sustancias implicadas han sido vinculadas con daños cancerígenos, alteraciones en el sistema nervioso y efectos en el ADN, además de generar un impacto nocivo en polinizadores, fauna acuática y aves.
Entre los compuestos incluidos en la prohibición se encuentran Aldicarb, usado en cítricos y caña de azúcar; Carbofurán, aplicado en café, aguacate y algodón; Endosulfán, empleado en maíz y frutales; y DDT, restringido a nivel mundial desde la década de 1970. Según Berdegué, “nunca en la historia de México se había hecho una prohibición de este tipo de productos de esta magnitud”.
La medida se aplicará de manera gradual. En 2025 iniciará la sustitución de moléculas obsoletas por opciones menos tóxicas, mientras que entre 2026 y 2028 se llevarán a cabo tres etapas de prohibición. Finalmente, en el periodo 2029-2030 se diseñará un sistema de venta controlada para aquellas sustancias que aún no tengan sustitutos.
El decreto establece que las restricciones entrarán en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Con ello, México se alinea a compromisos internacionales adquiridos en convenios como Basilea, Rotterdam y Estocolmo, los cuales promueven la eliminación de químicos dañinos para la salud y el ambiente.
La presidenta Sheinbaum subrayó que algunos de estos plaguicidas continúan utilizándose en el país pese a estar prohibidos en múltiples regiones del mundo, lo que ha generado desequilibrios en el comercio y riesgos para la producción agrícola.
El secretario Berdegué recordó que la última restricción de gran alcance ocurrió en 1991, cuando se prohibieron 21 moléculas, pero que en esta ocasión la cifra alcanza 35, lo que convierte al decreto en la acción más amplia en la materia hasta la fecha.