Como parte de una estrategia integral de salud, la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, anunció la construcción de 100 centros de atención para personas consumidoras de sustancias psicoactivas, denominados “Centros Colibrí”.
En conferencia de prensa en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Brugada Molina expuso que el consumo de sustancias psicoactivas es un fenómeno complejo que requiere de una intervención integral, orientado a la reducción de riesgos y daños bajo un enfoque de salud pública y derechos humanos.
También te puede interesar: Rumbo al Mundial, CDMX tendrá torneo de futbol infantil
“Vamos a construir 100 centros de apoyo especializados de atención a personas que consumen sustancias psicoactivas. Les hemos denominado ‘Centros Colibrí, para evitar una estigmatización. En primera etapa se están construyendo 16 y habrá uno en cada Utopía”, detalló.
Foto: Cuartoscuro | De acuerdo a Clara Brugada, los ‘Centros Colibrí’ ayudarán a personas consumidores de sustancias nocivas.
Al referir datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, indicó que la edad promedio de inicio de consumo de algunas sustancias psicoactivas en la capital es de 17 años. En el caso del alcohol, se inicia desde los 10 a 12 años, en 4 por ciento de la población, y se consolida entre los 16 y 19 años, con 52 por ciento.
En este sentido, refirió que en la ciudad se debe dejar atrás la visión que estigmatiza y se debe avanzar hacia un modelo integral basado en la dignidad.
También te puede interesar: Clara Brugada anuncia otro programa contra los baches
Estrategia busca reconocer el fenómeno, no negarlo: Nadine Gasman
En su participación, la secretaria de Salud local, Nadine Gasman, indicó que con esta estrategia se busca reconocer la magnitud del fenómeno, no negarlo. Refirió que hay 6 millones de adultos en la Ciudad, 66 por ciento que consumieron alguna sustancia psicoactiva en los últimos 12 meses.
“¿Por qué nos importa el tema de las sustancias psicoactivas desde el punto de vista de la salud pública? Uno, por su impacto en la salud física y mental. Segundo, por la posibilidad de que las personas desarrollen algún trastorno por el consumo, y tercero, porque muchos nos crean urgencias médicas”, explicó.