Tras el estreno de Marcial Maciel, El Lobo De Dios, la docuserie de HBO Max que revela las décadas de abusos y engaños cometidos por el padre Marcial Maciel, revive la controversia en torno a los casos de abusos sexuales y pederastia que cometió a quien describen como “el infame líder de los Legionarios de Cristo”.
El estreno de esta producción de cuatro capítulos en la que se explora a profundidad las múltiples facetas y controversias en torno a una de las figuras más complejas de la iglesia católica, orilló a la congregación a emitir un comunicado con su postura, con la que expertos en temas religiosos como María Eugenia Jiménez y Felipe Gaytán, aseguran que buscan lavarse las manos en esta oscura historia de la religión en México, más que una disculpa pública.
Desde la perspectiva de Gaytán, experto en temas religiosos, Maciel era un ser perverso que utilizó el recurso de la moralidad para beneficiarse a sí mismo.
“Los Legionarios de Cristo en su comunicado señalan a un solo individuo responsable de estos actos atroces; sin embargo, esta es una cuestión que se reproduce a nivel estructural, pues es un patrón muy marcado en ciertos miembros de esta orden religiosa.
“Hay que destacar también que no piden perdón, sino que aclaran que ya lo hicieron y que no volverán a hacerlo y por eso presentan una remisión a los comunicados anteriores”, añade.
Para el sociólogo, los Legionarios, entre líneas, colocan al padre Marcial Maciel como alguien ajeno a la congregación para deslindarse de sus actos atroces cometidos y a la vez hacernos creer que el delito recae en una sola persona y que no es un problema estructural.
También toma en consideración que el comunicado lo firma Pablo Pérez de La Vega, director de comunicación social de los Legionarios y no el responsable directo de la orden.
HBO MAX |
LA DENUNCIA COMO OBJETIVO
Por su parte, María Eugenia Jiménez Caliz, también experta en temas de investigación sobre pederastia clerical, asegura que con la docuserie queda de manifiesto el interés en cierto sector de la sociedad por todos estos delitos y atrocidades que cometió Marcial Maciel, quien fue solapado, encubierto y respaldo por Norberto Rivera Carrera o Ángelo Sodano en el Vaticano.
“Es importante para la sociedad que se conozcan estos casos porque en México estamos muy atrasados en hacer denuncias. En la asociación civil SPES Viva cada vez nos reportan más casos, así que me gusta que se difundan este tipo de materiales porque hay muchas víctimas que todavía están en silencio y a lo mejor con este tipo de documentales es que puedan alzar la voz y demandar justicia”, sostiene la especialista.
Jiménez Caliz insiste en que es importante la denuncia a través de “muy buenos trabajos periodísticos” como éste que brinda la posibilidad de cuestionar el trabajo del sacerdote o el pastor.
“A pesar de todas las atrocidades ya conocidas, los Legionarios de Cristo no quieren reconocerlo, ya que en el comunicado difundido el viernes, apuestan a que Maciel era un depredador solitario, cuando no es cierto ya que dentro de su congregación tienen a muchos más depredadores y los casos han salido recientemente, gracias a la víctimas”, añadió.
Docuserie sobre Marcial Maciel un timbre para la denuncia
La también periodista sostiene que en México estamos muy atrasados en la denuncia del delito.
De esta forma espera que este documental de HBO Max sea un “pequeño timbre para que las víctimas asistan a denunciar, para que todos estos delincuentes no queden impunes y que la Iglesia haga las correcciones necesarias para erradicar estas malas praxis, aunque para ello tengan que pasar mil años más”, sentencia María Eugenia Jiménez Caliz, periodista y SPES Viva, derechos de la infancia para la protección de menores en contra de la pederastia clerical.
¿SABÍAS QUE…?
En 1983 se dieron los primeros señalamientos de abuso en el Colegio Cumbres, en Querétaro, al que no se le dio seguimiento a pesar de la indignación de propios y extraños, pero el caso lo revivieron en el 97 con Ciro Gómez Leyva y Denise Maerker en el Canal 40.
Marcial Maciel abusó sexualmente al menos de 60 menores de edad, aunque las denuncias presentadas contra miembros de los Legionarios de Cristo suman al menos 175 casos documentados desde 1940 hasta 2008.