La pugilista argelina Imane Khelif, campeona olímpica de boxeo en París 2024, llevó a la justicia deportiva la nueva reglamentación de la instancia mundial (World Boxing) sobre la obligación de test de feminidad, anunció el lunes el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
Un año después de haberse llevado los titulares en los Juegos de París por una polémica sobre su género, Khelif recurre ahora la norma que le impide formar parte de competiciones internacionales sin antes someterse a un test cromosómico previo, precisó el TAS, que todavía no ha fijado una fecha para la audiencia.
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En concreto, Khelif pide que se anule la decisión de World Boxing que le privó en junio de estar en el torneo de Eindhoven -primera competición sometida a esa nueva reglamentación- y quiere poder participar “sin test” en el Mundial de Liverpool, que comienza este jueves y que dura hasta el 14 de septiembre.
Esa última solicitud no tiene casi ninguna opción de salir adelante porque el TAS no ha concedido una medida cautelar que permita su presencia en el Mundial.
“Las partes intercambian actualmente memorias escritas y, con su visto bueno, se programará una audiencia”, añadió el TAS, cuyos procedimientos son confidenciales y cuyas audiencias son casi siempre a puerta cerrada.
Imane Khelif, víctima denunciante
En París 2024, Khelif fue víctima de ataques y de una campaña de desinformación, igual que la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting, con comentarios que la presentaban como “un hombre que combate contra mujeres”.
Su recurso brindará un primer debate judicial sobre el restablecimiento en el deporte mundial -además del boxeo, el atletismo y la natación han tomado medidas similares- de test genéticos destinados a establecer el sexo biológico, como ya ocurrió en los Juegos Olímpicos entre 1968 y 1996.
Mediante un test PCR, se busca abrir el acceso a la categoría femenina a las mujeres sin “gen SRY”, situado en el cromosoma Y, indicador de masculinidad.
Estas pruebas descartarían para las competiciones femeninas a las deportistas transgénero y también a una parte de las que siempre han sido consideradas como de sexo femenino pero que presenten cromosomas XY, es decir, una de las formas de “diferencias de desarrollo sexual” o intersexualidad.