Redacción
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló su inquietud por los cuestionamientos y señalamientos emitidos desde el Ejecutivo de Ecuador hacia la Corte Constitucional, al considerar que esas acciones afectan la independencia de un órgano que debe actuar sin condicionamientos políticos.
El organismo regional recordó que la separación de poderes constituye un principio esencial dentro de los sistemas democráticos y que el funcionamiento autónomo de la justicia garantiza tanto la protección de derechos humanos como la defensa frente a posibles abusos de poder.
La advertencia surge después de manifestaciones convocadas desde el Gobierno ecuatoriano contra el tribunal y de declaraciones de altos funcionarios, incluido el presidente Daniel Noboa, que incrementaron la tensión entre las instituciones.
La CIDH resaltó que este escenario, sumado a un entorno digital hostil, limita el trabajo de la Corte y genera riesgos para la seguridad de jueces y equipos de apoyo. La situación, según el organismo, compromete la estabilidad institucional y el equilibrio entre poderes.
El Ejecutivo ecuatoriano no emitió de inmediato una respuesta frente a la postura de la Comisión, mientras la preocupación internacional se centra en la necesidad de preservar las garantías democráticas en el país.
