La primera semana de clases en Minneapolis quedó marcada por una tragedia que sacudió a Minnesota y al país entero. Dos niños, de 8 y 10 años, murieron a tiros dentro de la iglesia católica de la Anunciación, mientras participaban en una misa junto a sus compañeros de escuela. El atacante disparó desde el exterior contra los vitrales del templo, alcanzando a fieles y estudiantes reunidos en el recinto. En total, 17 personas resultaron heridas, entre ellas 14 menores y tres adultos mayores.
La escena fue descrita por testigos como caótica y desgarradora: niños escondiéndose entre bancas, padres irrumpiendo desesperados para rescatar a sus hijos, maestros protegiendo a los más pequeños. “Esto fue un acto deliberado de violencia contra niños inocentes… la crueldad de disparar en una iglesia llena de menores es absolutamente incomprensible”, declaró el jefe de la policía local, Brian O’Hara.
También te puede interesar: EU presume apoyo de sus perros entrenados en la lucha contra el narco en México
Niños bajo fuego
El ataque reaviva el debate sobre la seguridad infantil en Estados Unidos. Escuelas e iglesias, espacios que deberían ofrecer refugio, se han convertido en escenarios recurrentes de violencia armada. La situación se sostiene en cifras alarmantes: más de 12 mil menores de 18 años murieron por armas de fuego entre 2020 y 2024, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Los homicidios son el factor dominante: en 2021 representaron 60% de las muertes de menores por arma de fuego y en 2022 aumentaron a 66%. Aunque en 2024 hubo una reducción de 14% respecto al año anterior, con 2,227 muertes, la cifra sigue siendo muy superior a los niveles previos a la pandemia.
Además de las muertes, se estima que cada año unos 58 mil niños reciben atención médica por heridas de bala no fatales. La violencia golpea con mayor fuerza a los menores afroamericanos, cuya tasa de homicidios es 11 veces mayor que la de los niños blancos, y se concentra especialmente en los estados del sur.
AFP |
Iglesias y escuelas en la mira
El caso de la Anunciación ocurre en un país que ha registrado al menos 287 tiroteos masivos en lo que va de 2025. De ellos, los escolares tienen un peso simbólico enorme: en 2022 se reportó el máximo reciente con 46 incidentes en planteles educativos, y en 2024 murieron 13 personas en tiroteos escolares que afectaron a más de 31 mil estudiantes en 21 estados, según The Washington Post.
“Estos niños estaban literalmente rezando. Era la primera semana de clases. Deberían estar aprendiendo, jugando en el patio, no huyendo de balas en un templo”, lamentó el alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, quien pidió no reducir la tragedia a simples mensajes de “pensamientos y oraciones”.
También te puede interesar: Reportan dos muertos tras tiroteo en escuela católica de Minneapolis
Reacciones y duelo nacional
El ataque provocó condenas inmediatas. El gobernador Tim Walz ordenó que las banderas ondearan a media asta y expresó: “Minnesota está con el corazón roto, pero acompañaremos a esta comunidad”. El presidente Donald Trump también manifestó su dolor y aseguró que la Casa Blanca seguirá de cerca la investigación.
Desde el Vaticano, el Papa León XIV —el primer estadounidense en encabezar la Iglesia católica— dijo estar “profundamente entristecido” por la tragedia. La propia parroquia de la Anunciación llamó a la unidad: “En este tiempo de oscuridad, comprometámonos a ser la luz para nuestros hijos y nuestra comunidad”.