La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, cerró finalmente el ciclo del Alto Tribunal actual al señalar que el Poder Judicial sostuvo los pilares de la Constitución, a pesar de trabajar bajo asedio en los últimos años, en condiciones de adversidad y de agresiones.
Al emitir su informe de cierre de gestión 2023-2025, la también presidenta de la Judicatura manifestó que, a pesar de las calumnias, se respondió mediante sentencias y no con estridencia y confrontación.
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Esto en el marco de los constantes ataques realizados por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación, que culminaron en la reforma y elección judicial, que transformará al PJ a partir del próximo lunes.
Ante la conclusión de una época de la Corte, que tendrá nuevos integrantes este 1 de septiembre, la ministra dijo que “el rumbo del país no puede depender del aplauso ni del agravio, sino trabajar hombro con hombro”, porque “hay una verdad que no admite fisuras: todos somos mexicanos y lo que nos une es alcanzar un país más justo”.
Durante su última participación en el Pleno, y sin la presencia de las ministras Lenia Batres, Yasmín Esquivel y el ministro Alfredo Gutiérrez, aseveró que la Judicatura trabajó sin descanso y cumplió al menos el 93% de sus objetivos.
El Poder Judicial desarrolló sus actividades “en un marco de condiciones de adversidad sin precedentes, bajo el asedio, a pesar de las calumnias, a la desinformación y la agresión, sostuvimos, con firmeza los pilares de la Constitución”.
Diálogo y no confrontaciones durante gestión de Piña
Abundó que durante su gestión se evitó responder con estridencias a los ataques al Poder Judicial, por lo que “no apelamos nunca a la confrontación, sino al diálogo y al Derecho, que es la manera que las sociedades han desarrollado para resolver problemas”.
La ministra Piña consideró que “la independencia judicial no se ostenta, se ejerce, y la narrativa en contra “debe contener pruebas”.
Manifestó que la justicia en nuestro país debe atenderse con sensibilidad y compromiso social, pero esa “sensibilidad no es incompatible con la exigencia técnica, ello debe exigirse de quienes juzgan, solo la excelencia jurídica, porque la coherencia doctrinal genera certeza jurídica”.
Respecto a su informe, recordó que este año el Alto Tribunal registró un recorte de 714.4 millones de pesos, lo que llevó a la institución al despliegue de un conjunto de medidas de racionalidad para garantizar el ejercicio de funciones sustantivas.
“Errores estructurales”
Por su parte, la ministra Loretta Ortiz Ahlf, que junto con las ministras Batres y Esquivel permanecerá en la Suprema Corte tras el 1 de septiembre, aseguró que el Poder Judicial de la Federación fue autocomplaciente y no logró reparar errores estructurales.
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Al emitir su informe como presidenta de la Primera Sala, que desaparecerá por mandato de la reforma judicial, reconoció “los logros, pero junto con estos aciertos, y también quiero recalcar la gran labor que hacen los ministros, hay que dejar atrás la autocomplacencia en esta etapa de cierre”, dijo.
En su última participación en el Pleno como presidenta de la Primera Sala, la ministra reconoció que “no siempre supimos reparar errores estructurales”.