Redacción
Jack Grealish se ha incorporado al Everton en calidad de préstamo por una temporada, con una opción de compra fijada en 50 millones de libras. El mediocampista inglés, de 29 años, ha llegado procedente del Manchester City, donde su etapa ha estado marcada por las lesiones y la falta de regularidad en el campo.
El acuerdo contempla que el Everton asuma la mayor parte de su salario semanal, que asciende a 300,000 libras, lo que representa un compromiso económico importante para el club. Esta operación ha buscado no solo reforzar el plantel, sino también darle al jugador un escenario para recuperar su mejor versión.
Grealish ha tomado la decisión motivado por la posibilidad de contar con minutos regulares, un factor clave para sus aspiraciones de ser convocado a la Copa Mundial de la FIFA 2026. La temporada 2025/26 se presenta para él como una oportunidad de revitalizar su carrera y demostrar que aún puede rendir al más alto nivel.
El proyecto deportivo liderado por David Moyes ha sido otro elemento decisivo para su llegada. La propuesta de juego, unida a la ambición de llevar al Everton a posiciones competitivas en la Premier League, ha resultado atractiva para el futbolista.
La ubicación del club, en el noroeste de Inglaterra, le ha permitido a Grealish mantener su residencia en la región, evitando un cambio radical en su vida personal. Esto ha facilitado su adaptación inmediata a la dinámica del equipo y del entorno.
En lo deportivo, se espera que su creatividad y habilidad ofensiva aporten soluciones al ataque del Everton. Su experiencia en partidos de alta exigencia podría ser determinante para estabilizar al grupo y potenciar el rendimiento colectivo.
La llegada de Grealish, sin embargo, ha generado ajustes en la planificación de fichajes del club. Su incorporación podría influir en las negociaciones por otros jugadores, como Tyler Dibling, mientras el Everton busca equilibrar calidad y presupuesto en su plantilla.