Lo que hace unos años pudo parecer impensable, hoy es una realidad: la música de Bad Bunny ha cruzado las fronteras del entretenimiento y ha llegado a las aulas de una de las universidades más prestigiosas del mundo.
Este otoño, la Universidad de Yale ofrecerá un curso enfocado en la figura del artista puertorriqueño, titulado Bad Bunny: Musical Aesthetics and Politics, impartido por el profesor Albert Laguna, experto en estudios culturales y migración.
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La propuesta académica parte de una premisa poderosa: la música popular, lejos de ser un simple producto de consumo, puede ser también un vehículo para reflexionar sobre identidad, colonialismo, migración, estética y política.
En este caso, el cantante –considerado por muchos como el artista latino más influyente de su generación– es el punto de partida para examinar la historia y la experiencia puertorriqueña tanto en la isla como en la diáspora.
Ritmo de nostalgía social
Según el propio profesor Laguna, el curso toma como eje central el más reciente álbum del boricua, DeBí TiRAR MáS FOToS, lanzado en enero de 2025. En especial, se analizará la canción NUEVAYoL, que samplea Un verano en Nueva York, de El Gran Combo de Puerto Rico y que funciona como un portal sonoro para explorar la migración boricua, la nostalgia, y las formas de resistencia cultural.
“Hay algo profundamente político en cómo Benito Antonio Martínez Ocasio, nombre de pila, toma estos elementos históricos y los resignifica desde el reguetón”, explicó Laguna en entrevista con medios universitarios.
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Pero el curso va más allá de la música. El programa incluye análisis de géneros tradicionales como la bomba, la plena y la salsa, junto con estudios sobre el colonialismo estadounidense en Puerto Rico, el impacto de la industria cultural global y las tensiones entre la isla y el continente.
“La clase no trata sólo del Conejo Malo, sino de lo que él representa”, afirma Laguna. “Es una excusa para hablar de temas mucho más grandes: la historia, la raza, la clase, el lenguaje, la migración, la globalización”.
Aulas llenas
La recepción estudiantil ha sido abrumadoramente positiva. Apenas se anunció la materia, un número considerable de estudiantes se inscribieron, convencidos de que se trata de una oportunidad única para explorar sus propias raíces culturales o comprender mejor los mecanismos de la industria musical actual.
“La música de Bad Bunny ha estado conmigo desde la secundaria”, dijo una de las alumnas a Yale Daily News. “Poder analizarla desde una perspectiva académica me emociona y me conecta con mi identidad”.
El caso de Bad Bunny resulta especialmente significativo por la carga política y social que atraviesa su obra. Su uso del español, su rechazo a los estereotipos de masculinidad, su defensa del pueblo puertorriqueño y su constante referencia a temas como la violencia, la clase y la discriminación, hacen de su figura una fuente inagotable de análisis crítico.