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En abierta confrontación con una orden judicial vigente, agentes migratorios de Estados Unidos realizaron una redada sorpresiva en el estacionamiento de una tienda de materiales de la construcción en el barrio de Westlake, corazón de la comunidad migrante en Los Ángeles

El operativo, denominado “Operación Caballo de Troya”, consistió en el uso de un camión de mudanzas sin identificación oficial desde el cual oficiales camuflados descendieron para arrestar a trabajadores que esperaban empleo.

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A las siete de la mañana, el vehículo de la compañía de mudanzas Penske se estacionó cerca de un grupo de jornaleros. El conductor, hablando en español, solicitó diez trabajadores. En cuanto varios se acercaron, un grupo de agentes enmascarados emergió del interior del camión y comenzó a perseguir a los migrantes

El operativo dejó al menos 16 personas detenidas —mexicanos, guatemaltecos, hondureños y nicaragüenses—, en una zona donde apenas un mes atrás se había ordenado la suspensión de arrestos sin sospecha fundada.

Engaño cruel

Un testigo relató  que el uso del engaño fue clave para capturar a los trabajadores. “Nos están cazando como delincuentes, pero somos gente que quiere trabajar”, dijo a Univisión Eduardo, uno de los migrantes que logró evadir el arresto escondiéndose dentro de la tienda.

La acción ocurre a pesar de una orden de restricción emitida por una jueza federal, que prohíbe detenciones basadas en perfil racial, uso del idioma, tipo de trabajo o localización, sin una sospecha razonable.

Sin embargo, el fiscal federal interino Bill Essayli justificó la operación afirmando en redes sociales: “La aplicación de la ley federal no es negociable, y no hay santuarios que escapen al alcance del gobierno”.

El operativo generó protestas entre defensores de derechos civiles, funcionarios y activistas comunitarios, quienes denunciaron que las redadas fomentan el miedo, violan derechos y tienen motivaciones políticas. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, expresó anteriormente su preocupación por la presencia de agentes en comunidades vulnerables.

El Consulado General de México en Los Ángeles confirmó que se encuentra asistiendo a los connacionales detenidos e invitó a reportar operativos.

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