Redacción
Andrés Manuel López Beltrán, secretario de organización de Morena, respondió a las críticas derivadas de su reciente viaje a Tokio, Japón, y aseguró que decidió salir de vacaciones «luego de extenuantes jornadas de trabajo». Además, acusó a sus detractores de haberlo espiado durante su estancia.
«Todo se trata de una campaña de desprestigio implementada por mis adversarios políticos y por los conservadores, quienes mandaron a sus espías para fotografiarme y acosarme», afirmó López Beltrán.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, calificó de hipócritas a quienes emprendieron lo que llamó «una campaña de linchamiento político en mi contra, impregnada de odio, clasismo y calumnias». El hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador añadió que esta información ya había sido compartida con la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde.
«Mis adversarios y los hipócritas conservadores que solo suelen ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, mandaron a sus espías a fotografiarme y acosarme», escribió en Instagram.
Respecto a las acusaciones sobre su forma de viaje, López Beltrán negó haber utilizado un avión privado o militar y detalló que se hospedó en hoteles cuyos costos oscilaban entre 7 mil 500 pesos diarios en un hotel con desayuno incluido, hasta 50 mil pesos por noche en otro establecimiento.
También denunció la agresividad de lo que llamó «el hampa del periodismo», y aseguró que le importa que quienes confían en su trabajo no duden de sus principios y valores. «No somos corruptos ni somos iguales a nuestros opositores», enfatizó, y añadió que «vale la pena pagar una cuota de humillación cuando se lucha por una causa justa».
El pasado 26 de julio, López Beltrán y el diputado Daniel Asaf fueron captados desayunando en un hotel cinco estrellas en Japón, situación que desató las críticas y el posterior señalamiento público.