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Se retira Lupita D’Alessio Acuerdo de Seguridad

Omar García Harfuch parecía tener una lucha perdida.

 

Para actuar con más eficacia contra los grupos criminales necesitaba conocer las cuentas y los manejos financieros de los cárteles.

 

Pero no lo comprendieron en el gobierno y acaso por ello o por interés político le negaron supremacía y acceso a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

 

Quien sí lo entendió fue el gobierno de Donald Trump y en especial dos instancias de Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Interior con Kristi Noem al frente y el Departamento de Estado de Marco Rubio.

 

De allá le vino el apoyo y ahora se va Pablo Gómez, quien de larga antigüedad obedece a los intereses de Andrés Manuel López Obrador y había centrado su función en perseguir molinos de viento del pasado.

 

Trae el estigma del movimiento de 1968 y  del régimen priista, pero también a las administraciones de Felipe Calderón –con ese demonio cuatroteísta llamado Genaro García Luna– y de Enrique Peña Nieto.

 

Nada del presente, como ha documentado el Departamento del Tesoro con sus bloqueos a dos bancos –Intercam y CIBanco– y a la casa de bolsa Vector de Alfonso Romo, tótem financiero de López Obrador.

 

DICTADURA DE LAS MAYORÍAS

 

Ese es el impacto de la salida de Pablo Gómez.

 

En su lugar llegaría Omar Reyes Colmenares, hasta ahora a cargo del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Omar García Harfuch.

 

O sea, un hombre de García Harfuch.

 

Ya no habría pretexto para la descoordinación y menos para no atacar a los criminales donde reflejan sus codicias y sus éxitos, el dinero mal habido a costa de la paz social.

 

Esa es la ganancia de García Harfuch, pero seguramente la patria no ganará con la incorporación de Gómez al rediseño electoral mediante una omisión imperdonable: no está contemplada la voz de la oposición.

 

Él representa la visión lopezobradorista, pero también resume los rencores acumulados durante decenios y seguramente no hablará como desde la tribuna a principios del régimen de Enrique Peña Nieto.

 

Se discutían las reformas en curso y él criticaba la dictadura de la mayoría (PRI) porque no se tomaban en cuenta los clamores del caudillo, pero ahora invertirá la ecuación: el fin del proceso electoral como lo forjó la patria desde la reforma política de Jesús Reyes Heroles.

 

Va a fortalecer la dictadura de las mayorías (Morena, PT, Verde).

 

NISSAN Y LA INCERTIDUMBRE

 

1.- La inseguridad expulsa de Morelos a la armadora japonesa Nissan.

 

En teoría se va a Aguascalientes.

 

¿Pero qué será de los cinco mil 500 trabajadores -los empleos indirectos son aparte-, mil 800 de planta, otro tanto de eventuales y los demás de confianza?

 

Esta semana comenzará a clarificarse el panorama: el procurador federal de Defensa del Trabajo, Placido Humberto Morales, dialogará con sindicato y empresa.

 

Se adelantará a la presentación de demandas en salud y negociará liquidaciones justas, certificará cuántos pasan a Aguascalientes y apoyará conciliaciones de ley.

 

Falta un punto: ¿cuál será la posición de las autoridades estatales, cuyo planteamiento está a cargo del secretario de Gobierno, Juan Salgado Brito?

 

Al margen, sólo hay una certidumbre: la economía de Jiutepec se desangrará.

 

Y 2.- Al esfuerzo federal, estatal y empresarial de Acapulco se opone la negligencia de la alcaldesa Abelina López.

 

La ocupación hotelera supera el 70 por ciento en estas vacaciones, pero ella ni se inmuta y menos actúa ante la falta de agua potable.

 

No aguantó el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas turísticas del puerto, José Luis Smithers, quien demandó al menos una acción positiva de Abelina.

 

De lo contrario, el turismo languidecerá.

 

     @urenajose1

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