Redacción
La administración de Estados Unidos, encabezada por Donald Trump, ordenó el posicionamiento de dos submarinos con capacidad nuclear en zonas cercanas a Rusia. La decisión surge en medio de un nuevo cruce de declaraciones entre Trump y Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa.
La medida tomó forma tras una serie de comentarios por parte de Medvédev que, según Trump, cruzaron un límite en términos de tono y contenido. En sus palabras, las declaraciones provenientes de Moscú merecieron una respuesta preventiva que garantice seguridad estratégica para su país.
Durante los últimos días, ambos políticos elevaron el tono del conflicto verbal, especialmente luego de que el mandatario estadounidense lanzara una advertencia directa al gobierno ruso sobre la situación en Ucrania. En esa declaración, Trump puso un plazo de diez días para que Moscú considere un cese al fuego, acompañado de una amenaza de sanciones comerciales.
La postura rusa, sin embargo, no se ha alineado con los plazos estadounidenses. Medvédev respondió con mensajes que aludieron al arsenal nuclear ruso y criticó la política de amenazas, calificándola como un juego peligroso.
En este contexto, el despliegue militar estadounidense se interpreta como una señal de advertencia. Aunque se trata de una acción disuasiva, el entorno geopolítico se mantiene en tensión, mientras el conflicto en Ucrania continúa sin avances diplomáticos visibles.
