Vitamina *A* mistad
Hay personas o amistades que con el simple hecho de verlas o saber de ellas, disparan endorfinas, (vitamina del bienestar) a todo nuestro sistema.
Hace poco platicaba con una mujer vitamina, amiga de muchos años, le contaba algo con tanto entusiasmo y acelere, que supuse que no me entendería, simplemente dejé ir todo mi pensamiento, y al terminar mi narrativa me conmovió profundamente su respuesta, esa respuesta me mostró la atención con la que me ha observado, escuchado y cuidado nuestra amistad, le agradecí el momento porque hizo de mi día algo mejor.
De esa plática nació la inspiración de un cuadro que ya comencé a bocetar. Con ella también estoy trabajando una campaña para el mes de octubre, Claudia García es experta en el tema de imagen y cuidados en mujeres con cáncer y las acompaña en su proceso. Próximamente dedicaré una columna a este tema y a la importancia del acompañamiento para pacientes en tiempos de incertidumbre.
Ella y yo tenemos un profundo interés en la salud y en la medicina natural, investigamos, estudiamos el tema e inevitablemente regresamos a un mismo punto que es el siguiente… La salud no siempre viene de los genes o los buenos hábitos, la mayoría de las veces se genera desde la paz mental, la paz en el corazón y en el espíritu. La salud también radica en cómo te trates y como trates a los que te acompañan en el trayecto de vida. La salud también es activada por la risa, y por el buen humor, aún en los peores momentos de la aceptación genuina de uno mismo y de los demás.
La salud viene con la música que nos alegra y acelera nuestras neuronas, el bienestar también lo saboreamos en los alimentos imprescindibles que nos proveen de energía los cuales no están propiamente en un plato balanceado, muchas veces los nutrientes se encuentran desde la intención con la que se preparan los alimentos, están en las calorías de un abrazo fuerte aún en la distancia, en las proteínas de un te quiero, en el omega de un aquí estoy, en la dopamina que genera un beso, en el anticancerígeno por excelencia que proporciona la honestidad y el amor con el que nos tratemos, la fidelidad entre la pareja, los amigos y la familia.
Todo lo anterior, siempre acompañado por otros antioxidantes que no vienen precisamente en una copa de vino rojo, sino de la conversación con esa persona especial que te escucha y te hace sentir que ese es el momento correcto para ambas. En los buenos deseos que damos y recibimos a diario. La salud también radica en nuestra fe, sin importar la religión, la fe está en la fuerza que nace de mí y de mis creencias, en la aceptación de que todo lo que nos sucede aún sin entenderlo el tiempo nos dice que así era como tenía que suceder.
Claudia y yo disfrutamos recordar cómo éramos hace veinte años y como hemos evolucionado a pesar de los tropezones que hemos tenido en el camino, en ese mismo camino hemos visto madurar nuestra amistad de la misma manera en la que presenciamos con ilusión el crecimiento de las hijas, la complicidad y carcajadas en los viajes, la tristeza de la pérdida de sus padres, etc. Lo que es un hecho es que esta amistad de tantos años se ha mantenido por el mutuo respeto y sinceridad, esa vitamina se toma a diario.
Así como las vitaminas son adaptógenos para nuestro sistema, las personas vitamina son imprescindibles para nuestra salud emocional, gracias a mis personas vitamina.
Con cariño; Marcela.
Room: marceladelosriosv@gmail.com
X: @DeLos53271
FB: Marcela de los Ríos